Cap. 81: El arrepentimiento y la desesperación.

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PDV Narrador

— ¿Que es todo eso, Janine? ¡Ya tenemos suficiente aquí!

— ¿A qué te refieres, Ibrahim? Todo esto me lo dieron las personas del mercado —exclamó Janine, dejando las grandes bolsas sobre la mesa de jardín donde Abe la estaba esperando—. La gente sigue agradecida con Dimitri Belikov.

Abe chasqueó la lengua, un poco contrariado sobre esto. Aun no estaba del todo de acuerdo con Dimitri y su estilo de vida, pero algo que no quería admitir es que lo que había hecho era sorprendente.

— Lo pudo haber hecho cualquiera —simplificó Abe, cruzándose de brazos.

— Pensé que ya comenzabas a aceptarlo —suspiró Janine, refiriéndose a lo que esa tarde Abe había hecho por Dimitri.

— Es un hombre grande, claro que necesita una porción más grande de las cosas —explicó. La verdad, es que en ese momento, había llegado a considerar a Dimitri como algo más que un mafioso, pero justo ahora, se negaba a aceptarlo. Su confianza era algo difícil de ganar—. De cualquier forma, él es lo que es, y no lo acepto.

Janine agito la cabeza.

— No importa lo que digas, Ibrahim. Rose lo escogió a él, y ella es quien tiene la última palabra —aseguró Janine—. Y bien sabes que tu hija es obstinada y determinada en lo que quiere.

Con esto último, Janine dio por terminado el tema de su parte, porque bien sabía que Abe no se iba a rendir fácilmente.

— Oh, Mason —exclamó Janine, dándose cuenta que el joven se encontraba parado al otro lado de la valla que rodeaba su casa.

A Abe le cambió la cara y, a pesar de que aún estaba en duda su simpatía hacía Mason, tenía que admitir que de los hombres que rodean a su hija, él y Christian son los más limpios.

— No te habíamos visto ahí, muchacho —exclamó Abe.

— Acabo de llegar —mintió con una sonrisa. La verdad, es que había llegado tan solo unos segundos después que Janine, y había escuchado todo lo que habían hablado.

— Adelante, pasa y permítenos invitarte a cenar, porque supongo que vas saliendo de tu turno —concedió Abe.

Mason asintió con una sonrisa y ingresó al jardín. Janine no estuvo del todo convencida de la invitación de Abe, pero como Rose había salido con Lissa, no le tomó tanta importancia. Después de todo, hubiera sido descortés llevarle la contraria a Abe.

Abe le sirvió un plato de lo que habían preparado, y Janine terminó por excusarse ya que tenía asuntos del trabajo que tratar aun.

— ¿Cómo está yendo todo en el hospital? —preguntó Abe.

— Bien, bastante bien —aseguró Mason.

Abe de repente tuvo una idea. Tal vez, podía impulsar nuevamente una relación entre Rose y Mason. Ambos habían salido anteriormente, según comprendía, y aunque al parecer Mason hizo algo un poco malo, no se compara al tener a Dimitri o Adrian, ambos mafiosos, rondando a su hija.

La realidad era que Abe no estaba del todo informado sobre lo que había pasado previo a su llegada. Sabía que Rose se guardaba muchas cosas para ella misma o entre sus amigos, y recientemente fue cuando comenzó a abrirse con ellos, pero de algo de lo que se sentía seguro, era que era mejor tener a Mason con Rose.

— Leí la noticia sobre Dimitri y las drogas, y también puedo ver que tanto Dimitri como ese hombre Adrian están detrás de Rose —explicó Mason—. ¿Y si un día deciden pelear por ella? Rose podría estar en problemas.

Erasé una vez... En mi Corazón~ Vampire AcademyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora