서른 여덟 ─treinta y ocho.

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─¿pareja?─ cuestionó yeonjun.

─sí, pareja.─ indagó el pelirosa.

─pues... no. pero hay alguien que me gusta mucho.─ sonrió. ─es el chico del que te hablé recién. es alto y muy bueno conmigo. suele ser muy tímido. su pelo se tiñe todo el tiempo y tiene hoyuelos. ¿no crees que es lindo?─ preguntó.

─alto, hoyuelos, y pelo teñido. ¿es él?─ rió, señalando a soobin quien escuchó junto con la respuesta.

yeonjun comenzó a toser.

«mierda, dime que no me ha oído.»

─hola junnie.─ lo saludó. ─lamento tardar tanto. ¿quién es él?─

─es un amigo. se llama wooyoung. trabaja aquí.─ sonrió.

─soy soobin. un gusto, wooyoung.─ rió.

─igual. bien. tengo que trabajar.─ se paró. ─nos vemos mañana, lindura.─

─adiós, woo.─ sonrió.

─¿"lindura"?─ preguntó.

─él dijo que soy una lindura. ¿no es tierno?─ hizo una carita.

─sí. es... lindo.─ susurró. ─¿vamos a casa?─

─¿"a casa"? no vivimos juntos. no sé a qué casa te refieres. ¿la mía o la tuya?─ cuestionó.

─pues... a la mía.─ respondió. ─es la que nos queda más cerca.─

─vale.─ se paró, buscando a seungwan.

─¿han terminado, pequeños?─ preguntó la fémina.

─síp.─ yeonjun entregó los vasos. ─nos puedes dar la cuenta, ¿por fis?─

─¿cuenta? pff. hoy invito yo.─ sonrió.

─¿qué? no. díganos la cuenta. no hay problema.─ habló soobin.

la chica solo negó y se acercó a yeonjun. ─bien yeonnie. ¿más o menos a qué hora termina tu escuela?─

─pues yo podría llegar aquí tres y veinte si me apuro.─ rió.

─perfecto. entonces tres con veinticinco.─ le acarició el cabello.

─okey, seungwan.─ asintió yeonjun.

─nos vemos mañana, entonces.─ sonrió.

─adiós.─ saludó.

─qué vergüenza

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─qué vergüenza.─ susurró yeonjun, tomado de la mano de soobin. frente a la casa del pelivioleta.

─¿por qué, junnie? ni que fuesen a juzgarte por como te ves.─ rió.

─¡¿insinúas que me veo mal?!─ exclamó.

─no, no. solo trato de decir que no te dirán nada.─ tomó con sus manos las mejillas de yeonjun.

─si tú lo dices.─ hizo un mohín.

y lo único que pudo hacer soobin fue darle un corto besito. formando una sonrisa en ambos rostros.

─ya entremos, ¿sí?─ habló el más alto.

─vale.~─ sonrió.

volvieron a tomarse de las manos y soobin abrió la puerta. intentando hacer el menor ruido posible.

─¡soosoo! ¡llegaste!─ exclamó el castaño bajando las escaleras. ─oh. ha venido yeonnie.─ sonrió.

terminó su camino frente a los amigos.

─lamento venir sin avisar.─ dijo yeonjun.

─te dije que estaba bien, junnie.─ habló soobin.

─no pasa nada yeon. llamaré a mamá porque anda algo preocupada y-─ fue interrumpido.

─¡hyuka, no!─ exclamó soobin. ─déjala, quizás está cansada. solo dile que me fui al cuarto porque tenía sueño. ¿sí?─

─pero también era para que conozca a yeon...─ dijo confundido.

─no creo que a junnie le moleste. ¿verdad?─ lo miró.

─pues... yo estoy bien. no querría molestarla.─ sonrió nervioso.

─está bien. le diré que subiste si me pregunta por ti.─ suspiró. ─nos vemos yeon.─

─gracias ningning.─ soobin sonrió.

retomó el agarre de su mano y corrió por las escaleras hacia arriba. entrando en la habitación y cerrando.

─actúas muy raro, ¿sabes binnie?─ rió.

insult ★☆ yeonbinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora