십칠 ─diecisiete.

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despertó por el sonido de la puerta. no estaba de humor para recibir a nadie. su cara estaba hinchada y las lágrimas secas en su rostro hacían que le dé comezón.

se levantó con enojo. por un día que quería estar solo no lo dejaban en paz.

abrió la puerta y podía jurar que mataría al que sea que andaba molestan-

─hola junnie.─ dijo sonriente.

─soobin... yo-─ intentó hablar. ─no estoy muy bien, ¿sabes?─

el nombrado se preocupó. ─¿puedo ayudarte?─

─no, no puedes.─ habló. ─así que solo quiero estar solo. terminemos el trabajo luego.─

─¿te echaron?─ preguntó.

─¿cómo-─ fue interrumpido.

─siempre llego antes de tiempo a tu casa. ¿por qué hoy me abriste la puerta? estarías recién saliendo del trabajo.─ inquirió.

─ya veo.─ susurró. ─adiós, soobin.─

─no puedes estar so-─ irrumpió.

─sí puedo. sí puedo estar sólo. así cómo pude sobrevivir todos estos años. porque a diferencia de ti, a mí no me adoptaron a mi baja edad. nadie se quiso hacer cargo de mí, ¡nadie me quiso cerca, nadie intentó ayudarme! no como a ti. no todos tenemos la bandeja servida, choi soobin.─ cerró la puerta con un portazo.

─¡hey!─ golpeó la puerta. ─¡¿crees que mi vida estuvo "servida"?! ¡¿en serio crees que fue fácil?! ¡mis padres directamente no me quisieron! me abandonaron. ¡y tú crees que es fácil!─ gritó.

yeonjun abrió la puerta. ─tú tienes una buena vida. tienes dinero. tienes un padre y una madre. un buen promedio, auto, familia afectiva, amigos. muchos, amigos. que te ayudarán cuando sea. también los tengo, es lo único en lo que nos podemos comparar.─

─yeonjun, ¿me estás jodiendo? todos te hablan, a mí solo me quieren por beneficio propio. ¡no puedes negarlo!─ exclamó.

─sí, bueno. por suerte a mí mis padres sí me quisieron.─ susurró. ─si te abandonaron habrá sido por algo.─ cerró la puerta en la cara del alto.

─lo dijiste...─ susurró. ─estaba esperando que lo hicieras.─

soobin comenzó a reír. reír a carcajadas, cuando lo único que quería, era llorar.

 reír a carcajadas, cuando lo único que quería, era llorar

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no debió haberle contado. sabía que si se enojaban en algún momento, usaría eso para lastimarlo. ¡¿y para qué negarlo?! era obvio que yeonjun no quería a soobin a su lado. solo lo quería por la nota. cómo todos. ¿y qué si era así? él no se había encariñado. a quien engaña, sí lo había hecho.

yeonjun fue bueno. nunca lo juzgó, nunca lo menospreció ni demás. hasta ese día, claro.

llegó a su casa, en lágrimas por lo que había pasado. confió en él plena y ciegamente. era un idiota de primera.

abrió la puerta y entró, asegurándose de hacer el menor ruido posible. para no preocupar a sus padres.

se encerró en su cuarto a llorar. pero estaba bien llorar, ¿no? solo desprendía sus emociones hechas lágrimas. estaba bien hacerlo.

«¿realmente pensó antes de actuar?» no

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«¿realmente pensó antes de actuar?» no. no lo hizo.

cerró con seguro, hundiéndose en su profunda imaginación. donde el cuento no tenía un final así, no terminaba con los protagonistas distanciados y odiándose.

entró a su habitación, tapándose absolutamente todo, cerrando sus ojos, humedeciendo su rostro con aquellas gotas calientes.

─eres un idiota, yeonjun. ¡un idiota, un idiota, un idiota!─ gritó, pateando su colchón.

había arruinado todo.
todo.

insult ★☆ yeonbinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora