예순 다섯 ─sesenta y cinco.

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─no, youngmi.─ sollozó. ─por favor, no lo hagas.─ pidió. ─haré lo que sea, pero por favor... no lo hagas.─

─termina con él.─ repitió. ─ahora.─ señaló el piso de abajo. ─destrózalo, para que jamás vuelva a buscarte.─ rió.

─no p-puedo hacer eso.─ titubeó.

─lo tendrás que hacer.─ tomó su celular y mostró el sitio web de la empresa.

─¡está bien, está bien!─ rogó.

la chica guardó el celular sonriente.

el rubio limpió sus lágrimas, siendo lo único que pudo controlar, ya que sus espasmos de llanto le ganaban.

─junnie, ¿qué te pasó?─ preguntó el alto, tirando todos los utensilios de limpieza para abrazar a su novio.

─suéltame.─ habló. ─no me toques, soobin.─

─junnie, ¿estás bien?─ repitió. lo soltó poco a poco como le pidió, aún preocupado.

─nosotros...─ buscó sus palabras. ─no. quiero.-─ lo miró a los ojos. ─voy a terminar contigo. no quiero ser tu novio.─

─p-pero junnie...─ susurró. ─tú... tú dijiste que me amabas.─

─lo sé. y no quise mentirte. jamás te quise. solo fue un efecto secundario del insulto.─ habló claramente.

─pero tú dijiste que-─ fue interrumpido.

─eso era antes. esto es lo que yo digo ahora. vivirás conmigo hasta que puedas conseguirte una casa. soobin, yo... gracias por lo que me diste y perdón por mentirte.─ sollozó.

subió corriendo al salón donde lo esperaba youngmi.

─ya lo hice, ¿estás feliz?─ preguntó enojado.

─muy. pero, deberías estarlo también. no terminaste por arruinarle la vida. creo que sí lo amas de verdad. estás dispuesto a todo con tal de verlo bien.─ lo inspeccionó. ─te subestimé, yeon.─

─eres lo peor que puede existir.─ susurró.

─no, no deberías estar feliz.─ habló, sorprendiendo al rubio.

─¿p-por qué?─ cuestionó.

─y... ¡enviado!─ sonrió.

le mostró como, después de haber hecho lo que dijo, aún así, envió los videos y fotos.

─¡YOUNGMI!─ gritó. ─¡NO! ¡¿Q-QUÉ HICISTE?! ¡YA HICE LO QUE ME PEDISTE! ¡¿qué más quieres de mí...?!─ exclamó.

se tiró al piso, sin poder dejar de llorar. habría destrozado a la familia de soobin solo con tocar el botón de "enviar." y él había caído como un idiota.

─ay, yeonnie.─ estalló en risa. ─eres tan manipulable. es una foto editada. no soy tan mala.─

─no sé qué más quieres que haga. ya terminé con él. ¿por qué sigues jugando conmigo?─ preguntó.

─terminaste conmigo, ¿porque ella te lo dijo?─ preguntó soobin, detrás de ellos.

yeonjun tenía múltiples opciones.

uno, arriesgarse a contarle la verdad, con posibilidades de que al segundo youngmi envíe los archivos, distanciando a soobin de su familia y de su hermano.

dos, seguir con la mentira, arriesgándose a que soobin lo odie de por vida, pero con el pensamiento bueno de que salvo la posible caída de la confianza de los padres de soobin en huening y el afecto de ellos hacia soobin.

tres, salir corriendo de ahí. mudarse a otro continente y jamás buscar a soobin.

cuatro, quitarle el teléfono a youngmi y partirlo en pedazos, perdiendo toda prueba del noviazgo de él y soobin.

o cinco, desmayarse, entrar en coma y jamás afrontar sus problemas.

no quería ninguna. o quizás, mezclaría algunos aspectos, creando la sexta opción.

insult ★☆ yeonbinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora