일흔 여덟 ─setenta y ocho.

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─soobin...─ lo llamó. ─¡soobin!─

─yeonjun, no grites.─ pidió.

─son las cuatro y cincuenta.─ informó. ─debes irte a piano.─

─no quiero ir.─ rechistó y lo abrazó.

─no voy a escaparme contigo si no te levantas ahora mismo.─ amenazó.

─nah, sé que lo harás. y si no lo haces te secuestraré.─ rió.

─¡¿s-secuestrarme?! ¡soobin!, eso no es romántico, es enfermo.─ gritó.

─es lo mismo.─ rodó los ojos.

─levántate ahora mismo.─ ordenó.

─¿por qué debería hacerlo...~?─ jugueteó.

─solo házlo y ya. házlo por mí, ¿sí, binnie?─ hizo un mohín.

─¿por qué en vez de esperar a la boda no nos vamos ahora? no quiero ver a mi madre.─ sugirió somnoliento.

─soobin, lo digo en serio. levántate.─ lo sacudió.

─¡ya!, ¡ya! está bien.─ se sentó. ─ya me levanté, ¿feliz?─

─no te hagas el gracioso.─ soobin soltó una risa ante el regaño. ─pareciera que estuvieses borracho.─

─¿sabes que me gustaría hacer borracho?─ levantó y bajó sus cejas repetidas veces.

─¡c-cállate!─ le pegó con la almohada.

─¡me gustaría caminar por la calle! ¡nunca me dejas terminar mis oraciones!─ se excusó.

yeonjun se hartó y tomó a soobin, tirándose encima de él enojado.

─o te levantas, o no me verás el día de tu boda.─ amenazó.

soobin tragó en seco. yeonjun actuando rudo era el paraíso.

terminó por asentir, rodando los ojos y levantándose de la cama.

─ya son y cincuenta y cinco.─ regañó el rubio. ─no quiero que te reten.─

─ya lo hiciste tú, gracias por la preocupación.─ le sacó la lengua.

─sí, sí. me lo agradecerás cuando nos escapemos.─ rió.

se encargó de buscar su celular y se acostó de nuevo.

─¿q-qué haces?─ exclamó. ─¡debes levantarte ya! ¡no es gracioso!─

─oh, vamos, yeonjun. sabes que ninguno quiere que me vaya.─ retó riendo.

─soobin, si es necesario te sacaré a patadas de aquí.─ advirtió.

yeonjun quería que se quede. si era por él, que se quede para siempre. pero tenía miedo de lo que su madre podría hacer.

─ay, bueno.─ rechistó. ─no te enojes.─

se paró para agarrar su abrigo y dirigirse a la puerta principal con yeonjun atrás suyo.

cuando el alto abrió, yeonjun lo tiró para su lado, besando fuertemente los labios del pelivioleta, haciéndole saber que no estaba enojado con él.

─¿lo ves? tú no quieres que me vaya.─ lo burló.

─no, no quiero. pero debes irte. nos vemos en dos semanas si es que alguno no se escabulle en casa del otro antes.─ rió.

─te amo.─ dejó un beso en sus labios.

─igual yo, te amo mucho.─ sonrió para empujarlo un poco y terminar por cerrar la puerta.

─ sonrió para empujarlo un poco y terminar por cerrar la puerta

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❜ೃ∗ tres días después ;
yeonjun pov.

─sí. pero tranquila, está todo bien. no te preocupes.─ aclaré.

la rubia desde la otra línea negó nuevamente. ─¡yeonjun! déjame hacer algo. también quiero participar.─

no sabía cómo negarme. ─no, youngmi. ya hiciste mucho por mí diciéndole la verdad a soobin.─

ya, como quieras. nos vemos luego.─ colgó.

suspiré y me senté en la cama. con los chicos habíamos preparado ya todo. solo quedaban nueve días para la boda de soobin. luego de ese día no lo ví más, excepto por alguna vez que caminó cerca del trabajo.

pero bueno, solo me quedaba esperar por el día.

insult ★☆ yeonbinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora