일흔 일곱 ─setenta y siete.

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cuando llegó a su casa, soobin entró por la puerta principal silenciosamente.

─¿dónde estabas?─ preguntó la mujer, sentada al rededor de la mesa.

─fui a tomar aire. no podía dormir.─ mintió.

─¿no habrás ido con-?─ fue interrumpida con un portazo.

soobin se había ido cuando comenzó a hablar.

─"ni hibrís idi cin yiinjin, ¿ni?"─ la burló.

se acostó a dormir, recordando los besos que se había dado con su exnovio.

se acostó a dormir, recordando los besos que se había dado con su exnovio

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❜ೃ∗ soobin pov

habían pasado dos días luego de aquel encuentro, era casi la misma hora, madrugada. estaba dando vueltas en mi cama, no podía dormir. suspiré y me levanté.

si él pudo hacerlo, ¿por qué yo no?

tomé mi celular, me vestí y busqué por todos los cajones de mi escritorio la llave que me había dado cuando me mudé. olvidé dársela cuando me fui, pero agradecía eso ya que ahora me serviría.

abrí la ventana y salí por allí como hacía unos días, encaminándome a la casa que visité antes.

cuando llegué, supe que quizás me iba a arrepentir por no haber avisado.
¡pero él también lo había hecho! aunque lo mío era un poco más, nah, no sé ni cómo categorizarlo.

coloqué la llave en la cerradura, girándola dos veces y abriéndola.

la sala estaba idéntica a como la había visto la última vez, ordenada y con esa estética tan... tan yeonjun.
entré y cerré la puerta con seguro como antes.

me aproximé a la habitación de yeonjun, estaba cerrada. la abrí lentamente, divisando a un rubio dormido. tapado hasta el cuello y soltando pequeños ronquiditos.

me dediqué a contemplar su belleza, sentándome en la silla de su escritorio.

─me gustaría no tener que escaparme para poder verte.─ susurré.

me paré y me arrodillé en el piso, quedando a la altura de la cama y el rostro de yeonjun.

─me gustan tus labios, ¿sabes?─ sonreí. rápidamente le robé un besito y me alejé.

no sabía si era romántico, psicópata, o un maldito obsesivo.
me acosté atrás de él, abrazando su abdomen, pegando su espalda a mi pecho.

reaccionó y se despertó, alejándose temeroso y sorprendido.

─so-soobin. ¿qué haces aquí?─ preguntó.

lo ignoré y acomodé mi cabeza en su cuello. no quería dar explicaciones, solo quería estar a su lado y repetirle que lo amaba.

─oh, soobinnie. ¿me extrañaste?─ preguntó divertido, acariciando mi cabello.

asentí con un puchero y sin decir nada.

me abrazó por la cintura y yo me acomodé para que él quedara más arriba que yo.

─quería verte. pero tampoco quería despertarte.─ confesé.

─oh, qué lindo.─ rió.

─no puedo quedarme por mucho tiempo.─ hablé. ─tendría que despertarme en tres horas e irme a piano.─

─¿qué hora es?─ preguntó.

─oh, dos de la madrugada.─ sonreí.

─¿por qué no duermes un rato antes de que sea hora de irte?─ cuestionó para dejarme un besito en mi cabeza.

─quiero pasar tiempo contigo.─ hice un mohín.

─estaré aquí. puedes dormir tranquilo.─ sonrió.

asentí sin convencerme del todo. quería estar abrazado a él y retomar todo este tiempo en el que no estuvimos juntos. no podía dormir.

pero el sueño me ganaba y sus palabras eran tan suaves que simplemente me dejé llevar.

su voz angelical me hizo caer profundamente dormido en sus brazos.

─te amo, soobin.─ fueron las palabras que escuché antes de cerrar mis ojos.

insult ★☆ yeonbinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora