insult ★☆ yeonbin

마흔 한 ─cuarenta y uno.

─te extrañaré.─ susurró la madre.

─igual yo. nos vemos.~─ saludó.

─adiós soosoo. nos vemos mañana.─ sonrió.

soobin abrazó a hueningkai. lo extrañaría demasiado. por suerte lo vería casi todos los días, porque no dejaría de hacer sus actividades solo por vivir en otro lugar.

─cuídalo, yeon.─ pidió el más pequeño.

─lo haré ning. adiós.─ sonrió.

ya en la puerta de la casa de yeonjun, soobin suspiró.

─esto es muy raro. viviré contigo a partir de ahora.─ habló.

─es cierto. tendré que trabajar un poco más para mantenernos a ambos.─ soltó una risa.

─también trabajaré. pero lo haré en el colegio.─ sonrió. ─así también aportaré a los gastos.─

─me parece bien.─ abrió la puerta. ─pasa.─

soobin asintió y se adentró. se sentó en el sofá de su nueva casa y yeonjun rió ante eso.

─vamos a dormir. ya es tarde.─ inquirió. ─en frente de mi habitación hay una de huéspedes. podemos remodelarla ahora y dormirás cómodo.─ aclaró.

─¿para qué?─ preguntó. ─si sabes que terminaremos durmiendo juntos.─ se encogió de hombros.

yeonjun se ahogó con el aire. literalmente.

─¿qué dices? tendrás tu propia habitación.─ rodó los ojos.

─como diga junnie.─ sonrió. ─veamos algo de terror.─

─no me dan miedo esas cosas.─ soltó una risa.

─y a mí menos.─ hizo una mueca.

─¿QUÉ FUE ESO?─ exclamó en un susurro para sí mismo.

habían visto una película de terror como el pidió, pero la película no había sido como esperaba y si se había atemorizado. estaba en su nueva habitación, solo. tenía demasiado miedo y no lo negaría.
se oyó un ruido fuera de la recámara y la puerta se movía. las ramas del árbol de afuera chocaban con las ventanas y dios, era tan cliché que le dió miedo.

la puerta se abrió, y soobin chilló al ver una silueta masculina allí parada.

─¿puedes cerrar un poco la boca?─ preguntó yeonjun, adormilado.

entró a la habitación y encendió la luz, viendo cómo soobin estaba todo tapado.

─como si eso fuera a protegerte del monstruo.─ se burló y lo destapó.

soobin estaba llorando. mierda.

─oye, oye, no llores.─ se sentó a su lado. ─¿por qué lloras, bebé? estoy aquí.─

─me dió miedo que te pasara algo y no poder hacer nada porque soy un miedoso.─ sollozó.

yeonjun rió y lo abrazó. ─ya, no pasa nada. yo estoy bien, ¿sí?─

─tenía mucho miedo.─ susurró.

el rubio acarició su cabeza y sus mejillas, limpiando todo rastro de lágrimas.

─lo sé, bebé. pero ya no tengas miedo. estoy aquí contigo.─ sonrió.

soobin se pegó a él como garrapata, hundiendo su cabeza en el pecho del rubio.

─te quiero, junnie.─ susurró.

─igual yo binnie.─ besó su frente. ─¿qué te parece si vamos a mi habitación? no quiero que estés solo.─

─llévame.─ pidió con un mohín en si rostro.

¿cómo negarse? obviamente asintió, alzándolo, cruzando la puerta y apagando la luz, acostándolo en su cama. fue a cerrar la puerta y se acostó a su lado, tapándolo.

se miraron y sin dudarlo se besaron. siendo tiernos y lindos el uno con el otro. se separaron y se abrazaron. durmiéndose casi al instante después del día tan largo que habían tenido.