마흔 둘 ─cuarenta y dos.

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─¡soobin! ¡estás hirviendo! necesito ir a comprar algo, espérame aquí.─ exclamó.

soobin negó, agarrándolo de la cintura. ─no me dejes.─

─solo compraré algo, ya vuelvo. estás muy caliente.─ suspiró.

¿qué había pasado? pongámonos en contexto:

¿qué había pasado? pongámonos en contexto:

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─soobin, soobin.─ lo llamó. ─la alarma está sonando.─

el alto abrazó aún más fuerte a yeonjun, pegándolo a él y alejándolo del escritorio.

─déjame dormir, junnie.─ pidió. ─no quiero levantarme. me duele la cabeza.─ se adentró en su cuello.

─oye, oye, no. me dan ganas de dormir también. nos regañarán.─ susurró.

─qué importa. ahora vivo contigo, y no quiero que te conviertas en mi papá. faltemos hoy, ¿sí?─ lo llenó de besos.

─no, soobin. hoy es importante. darán los resultados de los libros que escribimos.─ susurró.

─luego lo pido. déjame dormir, por favor. en serio me siento mal. me duele mucho la cabeza.─ rogó.

─está bien. nos quedaremos. pero luego pediremos todo, ¿está bien?─ aclaró.

─gracias junnie.─ besó su mejilla y se durmió nuevamente.

─ya duerme.─ suspiró. rindiéndose y acostándose al lado de su amigo.

─te amo.─ susurró en su oído para luego caer dormido.

─igual yo.─ susurró para besarle los labios antes de dormirse él también.

✰❜ೃ∗

yeonjun despertó. hacía mucho calor cerca de soobin, y lo peor era que estaba pegado a él y no quería soltarse por más que el rubio se moviera.

─binnie, despegate un poco...─ pidió. ─hace mucho calor.─

─estamos en invierno, ¿por qué te quejas del calor?─ preguntó.

─estás demasiado caliente.─ se removió. ─¿te sientes bien?─

colocó su mano en la frente sudada del alto, dándose cuenta de que podía llegar a tener fiebre.

colocó su mano en la frente sudada del alto, dándose cuenta de que podía llegar a tener fiebre

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─¡soobin! ¡estás hirviendo! necesito ir a comprar algo, espérame aquí.─ exclamó.

soobin negó, agarrándolo de la cintura. ─no me dejes.─

─solo compraré algo, ya vuelvo. estás muy caliente.─ suspiró.

─estoy bien, junnie.─ hizo una carita triste. ─solo estábamos muy juntos.─

─no, soobin. quédate aquí acostado. por favor, no te levantes.─ pidió.

─está bien.─ hizo un puchero y se acostó nuevamente.

─ya vuelvo.─ sonrió y salió de la casa.

corrió hacia la farmacia.

─buenos días.─ saludó.

─eh... hola. sí. buen día. quería... algo para la fiebre. alta. fiebre muy alta.─ habló.

─lo mejor sería ibuprofeno.─ sonrió.

─si, si. deme eso.─ suspiró.

─¿su hijo tiene fiebre?─ preguntó.

yeonjun rió. ─no. es mi novio. no sé cómo cuidarlo.─ hizo una mueca.

─quédese tranquilo. haga que beba mucha agua, que use ropa liviana y puede ponerle paños de agua fresca, no muy fría, en la frente.─ aconsejó.

─muchas gracias señorita.─ pagó todo y se retiró.

corrió nuevamente a su casa, entrando y encontrándose a un soobin sudando, con los ojos cerrados y respirando lentamente.

─ya llegué binnie. tienes que tomar esto.─ extendió su mano.

─no quiero medicamentos. se me pasará solo.─ negó, dándole la espalda.

─soobin, no me interesa. tomarás esto.─ ordenó.

─¿sino qué? no quiero tomarlos junnie.─ hizo una carita que convencía a todos. pero no a yeonjun en esos momentos.

─me importa poco tu linda carita, soobin.─ suspiró. ─te traeré agua y tomarás esto, ¿me oíste?─

─sí, yeonjun.─ rodó los ojos.

insult ★☆ yeonbinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora