Fui a la oficina de Eitan. Ahí estaba Hannah, como siempre tan puntual y servicial, me recordaba a mí, cuando era asistente de Adam.
—Hola, Hannah—la saludé— ¿Ya llegó Eitan?
—Hola, Nina—respondió mi saludo —Sí. Llegó bastante temprano. Pasa
—Gracias.
Pasé. Eitan estaba sentado en su escritorio detrás de su computadora y sin verme me dijo –Hannah ¿cuántas veces tengo que decirte que no molestes cuando estoy haciendo estrategias?
—Solo dos cosas, Eitan. La primera no soy Hannah y la segunda esa no es forma de tratarla
Giró su cabeza para mirarme
—Eres tu Nina— expresó sin gana alguna
—Tan pocas ganas tienes de ver a tu hermanita
— ¿A qué has venido?
Me senté en una silla frente a su escritorio.
—Tenemos que hablar sobre Dissarno, ayer con Adam en la casa no pudimos hacerlo como yo hubiera querido
—Precisamente, estoy trabajando en eso. Estoy revisando unos correos que me mandó Jerry. Él ya recibió el sobre con los datos, ayer le llegó— no me miró, estaba concentrado viendo la pantalla de su computadora.
— ¿Y bien?
—Dissarno está reuniendo al equipo en Boston
— ¿Boston? —arqueé una ceja—esto tiene que ser una maldita broma, Eitan.
—Para nuestra desgracia, no lo es.
Eitan y yo pasamos varios años en esa ciudad. Después de la muerte de mis papás a nosotros nos encerraron en un internado ahí, después del incendio, huimos y fue cuando conocimos a Annie y Michel, básicamente en Boston nacimos como estafadores.
— ¿Por qué precisamente esa ciudad?
—No lo sé, ni siquiera Jerry tiene idea del motivo
— ¿Tú crees que sepa que nosotros somos Stevenson?
—No lo sé, Nina. Nadie lo sabe a excepción de Annie, Michel, Paul, Denisse y Adam.
—Tengo un mal presentimiento acerca de todo esto.
—Si te soy sincero, yo también.
Salí de la oficina de Eitan, no podía dejar de pensar en lo que me dijo hace unos cuantos minutos.
¿Por qué Dissarno quería al equipo en Boston?
En el tiempo que trabajé para él, lo llegué a conocer, como para asegurar que algo tramaba.
¿Qué era lo que tramaba?
Me metí a mi oficina, revisé los pendientes y me puse a hacer algunos archivos en la computadora. Chequé algunos correos, así como unas propuestas y cartas que había hecho Marie las cuales tenía que firmar.
Llegó la hora de la comida y Marie se fue a comer. En cierta manera, extrañaba, las comidas con las chicas de la oficina. Antes escuchaba los chimes que ellas decían, y la realidad era que yo era uno de sus chismes ahora.
Seguí haciendo unas cosas en la computadora, cuando tocaron a mi puerta, pensé que era Marie
— ¿Se te olvidó algo, Marie?— pregunté sin mirar
—Sí. Vine a darle un beso e invitarla a comer—respondió una voz que conocía bien, era Adam. Quien fingió una voz femenina. Levanté la mirada para verlo.
—Que voz tan varonil, Señor Jones
Él rió a carcajadas
—Tú tienes la culpa, para que me dices Marie. Ahora resulta que soy Marie Jones— comenzó a reírse más fuerte –Anda deja de hacer ese trabajo, vamos a comer
Lo miré
—Por favor—sonó casi como una suplica
—Está bien, solamente porque lo pides por favor—sonreí
Guardé lo que estaba haciendo. Cerré la laptop. Tomé mi bolsa y salimos de la oficina.
Bajamos en el elevador
— ¿A dónde quiere ir a comer esta tarde, señora Jones?
Me quedé pensando por un minuto, tenía muchas ganas de una hamburguesa. Me tocaba elegir a mí, así que sabía a dónde iríamos.
—Tengo ganas de una hamburguesa, así que vamos a Burger King.
Él se rió
— ¿Estás hablando en serio?
—Sí, hoy no tengo ganas de ir a uno de los ostentosos restaurantes, a los que estas acostumbrado.
—Lo que la señora Jones diga. Si ella quiere ir a comer hamburguesa, eso comeremos— besó mi mejilla
Bajamos al estacionamiento, nos fuimos en el Cadillac al Burguer King más cercano. Llegamos a Van Ness, Adam estacionó el coche, bajamos y entramos al local ahí, éramos el punto fijo de las miradas del local. Pedimos nuestras hamburguesas, ya que no las dieron, nos fuimos a sentar a una mesa.
—Somos las miradas de todos— le dije
—Qué importa que nos miren.
—Ya me imagino lo que deben de estar pensando.
— ¿Qué?
—A esos ejecutivos no les alcanza para comer y por eso vienen aquí— reí
—Tienes razón, pero si ellos supieran— me dijo
Sonreí.
Él estaba a frente a mí, me quité una zapatilla y con mi pie comencé a acariciarle la pierna, él se acercó a mí
—No hagas eso, sino, te tomaré aquí, sobre la mesa, y no me va a importar que tengamos público— me besó apasionadamente
Me paré y me puse junto a él. Comenzamos a comer, al terminar, me acurruqué junto a su hombro, alzó su brazo y me abrazó
—No tienes idea de la desesperación que sentí cuando te vi salir y no te podía encontrar, mi mundo se vino abajo— me dijo al oído, besó mi frente y me abrazó con más fuerza.
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Mentiras Estafadas
Romance(COMPLETA) Todo parecía ir bien en la vida de Nina Harris y Adam Jones, pero lo que no sabían era que ambos guardaban secretos. El pasado al fin alcanzó a los hermanos Harris, con el regreso de Dissarno a sus vidas. La situación no podía complicar...