Capítulo 47

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Habían pasado varios días desde que Lain entró en la empresa. Todos los días para mí eran una tortura, estar ahí con él rodeándonos. Éramos muy precavidos en todos aspectos, ya que, nos dimos cuenta de que las paredes tienen oídos.

Mi vientre comenzaba a abultarse, me fajaba para que nadie en la empresa se diera cuenta de mi estado. El plan marchaba a la perfección y Lain creía que para fin de mes, estaría a cargo de la empresa. Iluso.

Se acercaba el cumpleaños de Adam y tenía preparada una fiesta sorpresa. Nicholas me ayudaría a distraerlo.

******

Era el cumpleaños de Adam, ni se imaginaba, lo que tenía preparado. Desperté abrazada de él, me levanté y me fui a bañar, salí con un vestido de lo más sencillo, ya que me pasaría el día entero alistando la casa para la fiesta. Regrese al cuarto, me cepillé el cabello y vi cuando Adam se despertaba muy contento.

—Buenos días—sonrió

—Buenos días, Adam.

Se despertó de buen humor, bajé a hacer el desayuno, él bajó a los minutos.

— ¡Qué bien huele!

—Gracias.

—Hoy desperté de muy buen humor.

—Que bueno—sonreí

— ¿Sabes por qué?

—No, ni idea—mentí

—Hoy es 20 de julio, no te dice nada esa fecha.

—En realidad, no— saqué el jugo del refrigerador.

Su cara de felicidad cambió en un instante, sí sabía que era su cumpleaños, pero estaba fingiendo para no arruinar la sorpresa.

Sonó el teléfono de la casa.

—Hola— respondió

—Hola Nicholas, ¿cómo estás?

Como siempre, llamando en el momento preciso.

—Es hoy, ¿estás seguro?

—Muy bien, aquí te espero en 30 minutos.

—Sí

—Adiós.

— ¿Era Nicholas?— le pregunté.

—Sí

— ¿Y qué quería?

—Viene por mí, me va a llevar a...—Se quedó callado y no continuó.

— ¿A dónde?

—Es por unos asuntos pendientes que tenemos que resolver.

—Está bien, ¿vas a desayunar?

—No, me iré a bañar y alistarme que de seguro Nicholas ya debe de venir en camino.

—Está bien.

Serví el omelette en un plato y un poco de jugo de manzana en un vaso, que tomé de la alacena. Me senté en el desayunador, para no sentirme tan sola en el enorme comedor, comencé a desayunar, comía despacio, debido que si comía rápido me daban nauseas, vomitaba y no me gustaba hacerlo.

Terminé de desayunar, lavé mi plato y seguía tomándome mi jugo de manzana, sonó el timbre, fui a ver quién era, Nicholas.

—Hola Nina—saludó con un beso en la mejilla.

—Hola Nick— le dije al momento en que pasaba y cerraba la puerta—Adam en un momento baja, se está terminando de alistar

Fuimos hasta la sala de estar

—No sabes cuánto te agradezco por distraerlo un rato para esto.

—No te preocupes, además sirve para hacer pendientes que tenemos sobre algunos asuntos.

—No sé porque pienso que esos asuntos son sobre mí, pero sobretodo tratan de Dissarno.

Él se quedó callado, era cierto lo que pensaba

— ¿Qué están tramando?

—No te preocupes. Todo saldrá bien, ya tienen todo calculado, tu hermano sí que es un buen estratega.

—Eso no evitara que me preocupe.

—Tranquila, porque eso le puede hacer daño al bebe.

Suspiré

— ¿Ya saben el sexo del bebé?

—No, todavía no, ¿cómo está Rachel y mi ahijado?

—Excelente, el nene creciendo cada día más.

—Me alegro

De reojo vi que Adam entró.

—Vámonos—le dijo a Nicholas

—Está bien, Adam.

—Adiós, Nina— se despidió con un beso en la mejilla.

—Me saludas a Rachel.

—Por supuesto— se adelantó a la salida.

—Regreso en unas horas—se acercó a mi Adam

—Te cuidas—sonreí

—Así será, pero cuídate más.

Él me tomó de la cintura, me apretó con fuerza y me dio un apasionado beso en los labios.

—Te amo, nunca lo olvides

—Y yo te amo más, no olvides que cargo con el fruto de ese amor.

Él rió

—Sí, nuestro renacuajo

No puede evitar reír más fuerte

—Ya vete, si no se les hará tarde a ti y a Nick

Los acompañé hasta la puerta de entrada, ahí Adam me volvió a dar otro beso en los labios al cerrar la puerta al irse.

Tomé el teléfono de la casa y le marqué a Annie.

—Listo, Annie, ya se fueron.

—Muy bien, Nina, estoy contigo en 30 minutos.

Mentiras EstafadasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora