Capítulo 53

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—Cómo lo planeamos, Nina— Fuimos a paso lento. Fijándonos por todas partes. Vimos a un vigilante. Lo ataqué por la espalda, golpeándolo fuertemente con un tronco que había cerca. Cayó al instante al suelo, seguimos caminando, hasta que nos topamos frente a frente con Marie.

— ¿A dónde crees que vas, princesita?— expresó con un tono de odio en la última palabra— ¿tú qué haces ayudándola?—se dirigió a Adam.

—Ambas cosas no te importan— le respondió Adam

—Si eso es lo que quieres— sacó una pistola de la parte trasera de su pantalón y nos apuntó. Tomé la pistola del bolsillo de Adam y le apunté.

—La princesa sabe usar un arma— dijo en un tono sarcástico.

—Deberías de tenerle miedo— expresó Adam.

—Cállate traidor

En su descuido me lancé sobre ella, de una patada le tiré el arma, dejándola indefensa. Adam tomó el arma. La tenía frente a mí, apuntándole con el arma —dime que se siente estar del otro lado, Gretchen

— ¿Cómo hiciste eso?

—Años de arduo entrenamiento.

—Vamos Adam— Nos dimos la vuelta y en menos de tres segundos, sentí una navaja sobre mi cuello.

—Si ambos se mueven, tú la pagarás— nos amenazó, miró a Adam.

Él le apuntó con el arma.

—Déjanos ir y te daré lo que tú quieras—le dijo Adam

—Nada que tú me puedas dar, es lo que yo quiero.

— ¿Por qué me odias tanto? —le pregunté. Necesitaba distraerla para atacarla.

— ¿Sabes lo que es estar con una persona que ama a alguien más? Así es Nina. Te odio porque tú eres la responsable de que Lain no sea mío por completo.

— ¿A qué te refieres?

—Sé que tú y él tuvieron sus amoríos.

— ¡Qué! Jamás de enredaría con Lain, estoy casada, ¿lo recuerdas?

— ¿Quién me asegura que amas a tu esposo y no es solo un plan? Eres una estafadora, tú me lo dijiste.

—Sí, al principio fue así. Pero me terminé enamorando de él. ¿Quién te dijo que Lain y yo tuvimos algo? —me moví, pero ella me agarró con más fuerza.

—Investigué por mi cuenta.

—Pues debiste haber investigado mejor

— ¿Por qué?

—Porque Lain me violó— le grité. Brotaron lágrimas de mis ojos.

Solo podía ver la rabia y la impotencia en los ojos de Adam, ante mi confesión y la situación.

—Te equivocas

—No es así, Lain no es quien tú crees, es por eso que lo odio tanto.

—Eres una mentirosa

—No lo soy

Encajó un poco la navaja en mi cuello, traté de ocultar mi dolor.

—Morirás por...

No terminó de completar la frase, cuando Adam le disparó en el brazo, no le dio, pero si pasó rozando. Ella se quejó del dolor. Tiró la navaja al suelo. Me alejé de ella. Con parte de la camisa de Adam, le hice un torniquete, para que no perdiera sangre.

Mentiras EstafadasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora