Capítulo 5

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Regresamos a la oficina, Adam me llevaba abrazada. Con cuidado metí mi mano en su bolsillo, saqué la USB y la guardé en mi saco.

—Este es mi piso, te veo más tarde— lo besé tiernamente

Salí del elevador y caminé hasta Marie, quien estaba sentada en su escritorio.

— ¿Algún recado? —le pregunté

Negó con la cabeza.

—Pero vino a buscarte Eitan.

— ¿Te dijo para que me quería?

—No. Sólo que le urgía hablar contigo.

—Iré a verlo.

Fui al piso en el que estaba él. Al llegar, su asistente, Hannah, me saludó muy jovial. Sabía de muy buena fuente que a ella se sentía atraída por él. Pero mi hermano, solo la veía como una empleada, más, ya que él no piensa en tener una relación, menos con Dissarno buscándonos.

—Hannah—sonreí— ¿está Eitan en su oficina?

Asintió

—Pasa. Me dijo que si llegabas a venir te pasara de inmediato.

—Gracias

Entré a la oficina de Eitan, cerré la puerta.

— ¿Me estabas buscando? —caminé hasta su escritorio, me senté en una de las sillas frente a él.

—Sí, tengo que hablar contigo

— ¿Qué pasa Eitan? —lo miré fijamente

—Se trata de Dissarno

— ¿Ya se comunicó con ustedes?

—No se ha comunicado con nosotros, pero si sabemos dónde está.

Arqueé una ceja

—Está en Italia, reuniendo nuevos elementos y nos quiere a los mejores con él, dentro de un mes aproximadamente llegará a Estados Unidos, ¿a qué cuidad no lo sé? estamos averiguando eso.

—No puede ser—pasé mi mano por el cabello

— ¿Cómo vas tú? ¿Ya le dijiste a Adam?

—No he tenido el valor de hacerlo

—-Tienes menos de un mes para hacerlo, a menos de que no quieras decirle y que él se entere por otras personas.

—Se lo diré, pero primero, tengo que planear como decírselo, sin que él me odie por ocultarle la verdad

—Nina, él te ama y no te odiará si tú se lo dices. Debes de ser sincera, él ya sabe una parte, sólo le hace falta saber la otra.

—No quiero decirle, porque cuando llegue el momento de estar de nuevo frente a frente con Dissarno, él querrá ser parte de esto y yo no quiero ser la responsable de que le pase algo.

—Esa será decisión de él, si quiere o no participar. Está en ti decirle la verdad, ¿Qué le dirás cuando llegue el momento de tener que ir con Dissarno y él no sepa nada?

Me quedé callada, analizando lo que Eitan había dicho

—Sabes que tengo razón. Tienes que decirle Nina, ese es tu deber y no hay mejor forma de protegerlo que diciéndole la verdad.

—Trataré de hacerlo.

Él me sonrió

—Esa es mi hermanita.

—Será mejor que me vaya—me levanté— te veo luego.

—Adiós Nina, pórtate bien y sé valiente.

Sonreí levemente, apenas se notaba que era una sonrisa

—Trataré de serlo— salí de su oficina.

—Que te vaya bien—se despidió Hannah cuando me vio salir

Fingí una sonrisa.

—Adiós.

Llamé al elevador, a los minutos, las puertas se abrieron.

Subí al elevador, no dejé de pensar en la manera perfecta en cómo decirle a Adam la verdad.

¿Cuál sería la manera correcta?

¿Cuáles son las palabras indicadas para que no me odie?

Llegué a mi piso. Le di instrucciones precisas a Marie, para que nadie me molestara.

Entré a mi oficina. Encendí la computadora e introduje la USB que le había robado a Adam. En estos momentos debía de estar buscándola. Debía estar preocupado, pesando que la perdió, se le cayó o en el peor de los casos, que yo la tenía. En ella venían unos archivos con el nombre ella y él, intenté abrir el primer archivo, pero no pude, estaba protegido por una contraseña, traté con el segundo, pero de igual forma estaba protegido.

— ¡Maldición! Están protegidos.

Guardé los documentos en una carpeta. Tendría que pedirle a Annie su programa para poder saber lo que contienen esos archivos.

¿Qué habrá investigado Nicholas?

¿Será sobre mí?

¿Sospechará nuevamente de mí?

Mentiras EstafadasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora