Wrong Room ⊰• Kookmin

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Sentía cada vez mas que su mundo se venia abajo, al igual que sus planes de vida. Su trabajo soñado, sus viajes junto al amor de su vida, cosas sin preocuparse de que algún niño se haga daño y esas cosas. 

Aunque no culparía a la criatura, al fin y al cabo no era culpa de este por tener padres calenturientos y no se sepan cuidar como deben. Tampoco seria tan cobarde para abortar, se haría cargo, con o sin su novio a su lado. Quien por cierto aun no sabia nada.

Su laptop sonó desde su escritorio por unos segundos. Jimin miro hacia ella y al notar la foto de su novio en la pantalla se levanto rápidamente de la cama y se sentó frente la computadora para responder la llamada con una sonrisa. 

–¿Estas utilizando mi ropa? – Fue lo primero que dijo al verlo. 

–¿Ni si quiera un hola? – Abulto sus labios. 

El pelinegro le sonrió. 

–Hola amor, ¿Cómo estas? ¿Todo bien por allá? 

–Vez que no cuesta nada. – Sonrió. –Y estoy bien. ¿Y tu? 

–Cansado, pero bien. – Se sentó en la cama tomando la camisa que tenia a su lado. –Quede algo preocupado por la ultima vez que hablamos, ¿te encuentras bien? 

Jimin mordió su labio y luego le sonrió.   

–Nada tan grave. – Se encogió de hombros. –Solo fue algo que comí en la calle que me hizo mal, el doctor dijo que no debo comer cosas muy pesadas y que intente no comprar comida en la calle sin saber como es preparada. – Se excuso sonriéndole levemente.  

–Mm, debes cuidarte. Yo no estoy hay para hacerlo, así que tienes que hacerlo por tu cuenta por ahora. – Lo señalo colocándose la camisa. 

–Kook, debes bajar ahora, tenemos que irnos. – Se escucha la voz de una chica. 

JungKook miro hacia la puerta y asiente. 

–Bajo en un momento. – Le dijo abrochando su camisa y volvió a mirar a su novio que lo miraba con la clara curiosidad en su rostro.  

–¿Quién era? – Pregunto ladeando un poco su cabeza. 

–¿Ella? 

–Si, ella. – Tenso un poco sus facciones. 

–Mi prima. – Dijo acomodando las mangas. 

La boca del rubio se abrió un poco y desvió la mirada con un poco de vergüenza al pensar un par de cosas de su novio. 

–¿Qué pasa? – Se acerco a la computadora entrecerrando los ojos. 

–Nada. – Le sonrió. –Estoy algo cansado, ¿podríamos hablar en unas horas? – Miro a un lado de la computadora, donde estaban los dos test intactos junto a una hoja de papel de los exámenes que se hizo esa mañana. 

–Si, yo debo irme. Hablamos mas tarde, te quiero. 

–Yo igual te quiero y cuídate. – Lo miro y corto la llamada. 

Giro su rostro hacia la puerta donde estaba su madre mirándolo de forma seria.  

–¿Qué escuchaste? – Le pregunto parándose para volver a acostarse en la cama. 

–Lo suficiente. ¿Por que le mentiste? – Se acerco a el. 

–No puedo solo decirle que va a hacer papá y menos por llamada. Además esta bastante ocupado con eso de la empresa. – Abrazo una de sus almohadas para cerrar sus ojos. 

Un suspiro se escucho de la mujer que se sentó en la orilla de la cama. 

–Mañana será la fiesta por la linea de maquillaje, ¿iras?