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1 mes después. 

Desde aquel dia, JungKook había desaparecido. O al menos eso pensaba Jimin que repetidas veces lo fue a buscar a su casa y al departamento, pero nunca estaba. Las veces que iba a su casa, su madre, padre o su hermano mellizo salían diciendo que el pelinegro no se había aparecido ya desde un tiempo allí. En su departamento esperaba por unos minutos, pero nadie salía.  

Sus esperanzas de recuperar al pelinegro cada vez se derrumbaban mas y mas, hasta el punto que pensaba que debería rendirse y dejar que siga vida sin el en ella, pero luego recordaba que no lo hacia mas por el, si no por su hijo, el cual crecía mas y mas en su interior.  

Su vientre ya estaba un poco mas grande al tener casi tres meses, pero no tanto. Seguía siendo discreto para suerte del rubio. 

JungKook por su lado, simplemente no pasaba mucho tiempo en su departamento ni casa, si no que en la empresa de su padre ayudándolo con lo que podía. Su corazón seguía doliendo, pero iba sanando lentamente. Últimamente pasaba mucho tiempo con su vecina y nueva amiga, después de todo ella fue la única que estuvo disponible cuando despertaba a media noche sudando por las pesadillas que tenia. La única que le decía palabras lindas después de llorar, que siempre lo esperaba con los brazos abiertos. 

Por que aunque sus otros amigos estuvieran presentes en su vida, sentía que los hostigaba con sus problemas, que también tenían que resolver sus propios problemas antes que los de el. Pero con Taylor todo era distinto, se sentía seguro a su lado, sentía ese apoyo y cariño sincero que tanto necesitaba en esos momentos. 

Sin embargo, Jimin siempre se mantenía presente en sus pensamientos, pero le dolía. Dolía recordarlo a cada hora, por cada cosa que veía que a el le gustaba o su risa reproduciéndose en su mente una y otra vez, torturándolo de una manera tan linda, pero tan mal a la vez. Por que el estaba seguro que el amor que sintió y siente por aquel rubio de linda sonrisa no se iba a desvanecer tan rápido, por que en tan poco tiempo Jimin supo colarse tan bien en el, supo enamorarlo hasta con la mínima cosa que hacia, pero el no tenia la culpa de que JungKook fuera tan vulnerable con el. El no tenia la culpa de que JungKook se haya enamorado perdidamente de el, en tan solo un par de meses, que parecieron una vida para el pelinegro. 

Pero debía salir adelante, con o sin el. No debía dejarse morir como la vez pasada, no podía y tampoco debía si eso implicaba dañar a personas que lo rodeaban.

 No, no y no. 

                               ∙•⋅🌻⋅•∙

–¿Estas seguro que estas bien? – Pregunto por segunda vez la castaña de coleta sentada en uno de los sillones mirando como el pelinegro golpeaba una y otra vez el gran saco rojo con fuerza, haciendo que cerrara levemente los ojos por cada golpe que daba. 

Sentía que JungKook en cualquier momento haría que la cadena que sujetaba aquel saco se soltaría y dejaría caer el saco. 

–Ya t-te dije q-que si. – Contesto entre jadeos. 

–Pues no se nota. – Hizo una mueca cuando le propino una patada. 

–Pero lo e-estoy – La miro tomando el saco que se balanceo hacia el, evitando que lo golpeara. 

Taylor formo una linea con sus labios y le lanzo una botella de agua cuando el pelinegro termino de sacarse los guantes rojos. 

–¿Hoy no tenias sesión? – Trago duro el agua. 

–No, la cancelaron. El fotógrafo tuvo un accidente esta mañana. – Se encogió de hombros. 

–Oh, ¿sabes como se encuentra? 

Wrong Room ⊰• KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora