Alessio
Mi secretaria llamó al segundo en que Deyna y Gina entraron en el edificio. Las había visto por la cámara de seguridad. Otra vez quedé sorprendido con la capacidad de Deyna para lograr todo aquello que le pedía. No me importaba la forma en la que arrastró a Gina hasta aquí, solo me importaba el hecho de que al fin estaría a mi merced.
Un golpe seco en la puerta me hizo poner recto y la expectación de lo que pasaría aquí bullía por mi piel. Era la primera vez que me sentía tan entusiasmado por un coño. Abrí la puerta e hice espacio para que Gina pasara. Observó de arriba abajo la oficina. Entretanto, yo la recorría con mis ojos; aquella blusa holgada no le hacía justicia a su hermoso cuerpo. Sabía que no me podría quedar callado.
—Como modelo, deberías usar ropa que se ciña a tu cuerpo. —Pasé por su lado, rozándola con el brazo. Sentí cómo una descarga bajó directamente a mi pene.
Ella se quedó inmóvil, como si nada hubiera pasado.
—Me gusta cómo me veo —justificó con voz cansina.
—Lo que no se exhibe, no se vende —refuté con una sonrisa de medio lado.
—No todas somos vendedoras, señor Lombardi. —Me sostuvo la mirada.
No pude evitar sentirme vulnerable ante ella.
—Puedes acomodarte donde quieras. —Rodeé mi escritorio y me senté en mi silla.
Me había desabotonado la chaqueta y mi camisa tenía algunos botones sueltos. Mi cuerpo tatuado era algo que enloquecía a las mujeres, pero a la mujer frente a mí parecía no afectarle.
—Conque aquí es donde trae a todas sus víctimas. —Bebí un sorbo del vaso de agua que descansaba sobre mi escritorio. Me agarró desprevenido— ¿Qué quiere conmigo? —cuestionó ahora con tono brusco.
Me puse de pie y caminé hacia ella. Mordí mi labio inferior sin poder eludirlo. Era una manía, una que salía a flote cuando deseaba algo con mi vida. La mujer frente a mí era ese deseo que crecía en mi interior y que estaba a punto de estallar como volcán en erupción. Gina Stevens me volvía loco. Si ella supiera cómo me afectaba, sabía que las cosas tal vez y solo tal vez, serían diferentes.
—Manténgase a un metro de distancia, señor Lombardi —espetó con frialdad, pero ella estaba en mi mundo.
Yo mandaba aquí y se hacía lo que yo quería.
Nuestros rostros quedaron a unos pocos centímetros de distancia. Me moría por terminar con aquello que me separaba de sus labios. Entonces vi su mirada, sus dientes apretados y lo poco afectada que se encontraba por mi cercanía. Eso me descolocó. Otra mujer en su lugar habría colapsado con simpleza. Sin embargo, Gina Stevens estaba como un tempano de hielo.
No me esperaba lo que hizo a continuación.
—No puede obligarme a nada —dijo sobre mis labios.
Me recorrió con su mirada y una sonrisa sarcástica adornó su rostro. No me pude contener y la tomé por el cuello.
—¿A qué crees que estás jugando, niña?
Deslizó su mano por mi abdomen y atrapó mi pene, el cual estaba muy duro.
—No me gusta, señor Lombardi. De una buena vez entienda que usted no me gusta. —Apartó con brusquedad mi mano de su cuello y quitó la suya de mi pene. Se incorporó y caminó hacia la puerta.
Estaba sin palabras. Era la primera vez que mi maldito lado oscuro se quedaba rezagado frente a una mujer. Además, también era la primera vez que me tragaba mis propias palabras, pero no la dejaría verme humillado.
—Aún no he terminado contigo. —La agarré de nuevo del cuello y me pegué a su espalda. El olor de su cabello era embriagador y su culo pegado a mi pene una maldita tentación. No obstante, no quería convertirme en la bestia. Ella debía venir a mí por gusto propio—. Recuerda este día —susurré sobre su cuello—, porque te tragarás tus malditas palabras.
La solté con poca sutileza.
Ni siquiera miró atrás, simplemente cerró la puerta tras de ella y se marchó.
Me dejó por primera vez en mi puta existencia con una maldita erección y con más ganas de castigarla de lo que ella se podía imaginar.
Cuando eso ocurriera, sería a mi maldita manera.
Sería una dulce y excitante venganza.
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La Oscura Obsesión de Alessio✔ (Libro #1 serie Oscura +18) Disponible en Amazon
RomanceGina Stevens es una modelo curvy estadounidense que ha escalado por su cuenta. Tomó la decisión de irse a vivir a Italia, donde se ha convertido en una de las modelos más solicitadas. Sin embargo, no todo es tan hermoso y maravilloso. El día de su f...