Alessio
Movía el bolígrafo en mis manos con ansiedad. Algo no estaba bien. Era quizás osado de mi parte decir aquello, pues con mi jugada de anoche había dañado a más de una persona.
Deyna irrumpió en mi oficina de manera precipitada —nunca hizo algo así— y ahora parecía angustiada.
Eso me daba mala espina y la impresión de que su actitud tenía que ver con Gina.
—Se fue —soltó de repente—. Dejó su renuncia y se fue.
Sentí cómo la rabia comenzaba a crecer en mi interior.
—¿Y la dejaste ir así sin más? —Miré a aquella mujer frente a mí con ira.
Ella seguía con la mirada en sus pies.
—No me anunció nada. Recogió todas sus cosas y se marchó.
No pude evitar golpear con fuerza mi escritorio.
Deyna saltó de la impresión.
Caminé hacia ella y la agarré del rostro. Podía ver el miedo reflejado en sus ojos y cómo su respiración se entrecortaba. No podía descargar mi furia en ella. No tenía la maldita culpa de nada, pero aun así la dejó irse. Dejó que se fuera de mi lado y no hizo nada para detenerla.
—¿Dónde está? —La observé con intensidad—. ¡¿Dónde demonios está?! —inquirí ahora con más agresividad.
—Pude verificar que compró un vuelo a Nueva York. —Levantó la vista y posó sus ojos en mí—. Se fue a casa.
Le hice un gesto con la mano para que saliera de la oficina.
Cuando me quedé solo, no pude evitar ponerme a caminar de un lado a otro. Un pensamiento rondaba en mi mente, una idea que no era para nada buena, pero estaba desesperado. Por primera vez en mi vida deseaba a una mujer y no simplemente pensando en hacerle cosas sucias. Tal vez su virginidad era lo que me hacía desearla con locura, aunque sabía muy dentro de mí que había algo más y que no admitiría en voz alta.
—Resérvame un vuelo a Nueva York —le ordené a Alexander, quien llegó en aquel momento.
—Has perdido la cabeza. Ahora vas a perseguirla, Alessio. ¡¿Qué demonios te pasa, hijo de puta?! —bramó exasperado.
Lo miré, sorprendido. Alexander no era de los que perdía la paciencia, tampoco era de los que decía obscenidades.
—Ella tiene que ser mía. Nadie más puede tocarla, y no me importa si sueno como un psicópata. Así que reserva los malditos vuelos a Nueva York, porque sé que vendrás conmigo. No cuestiones más. ¿Entendido?
Odiaba mostrarme superior frente a él, pero ahora no podría detenerme. Su razonamiento no funcionaría conmigo. Nada me haría cambiar de opinión.
Alexander marcó un número en su teléfono y se marchó de la oficina.
Aquel hombre estuvo a mi lado toda la vida. Soportó y encubrió toda mi mierda. Sin embargo, ahora quería que hiciera solo lo que yo le ordenara.
No podía dejar que Gina se me escapara de las manos. No era un perdedor, eso se lo dejaba a los débiles.
Le haría entender que la quería solo para mí.
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La Oscura Obsesión de Alessio✔ (Libro #1 serie Oscura +18) Disponible en Amazon
Roman d'amourGina Stevens es una modelo curvy estadounidense que ha escalado por su cuenta. Tomó la decisión de irse a vivir a Italia, donde se ha convertido en una de las modelos más solicitadas. Sin embargo, no todo es tan hermoso y maravilloso. El día de su f...