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Abril 26, 2018
18:32 Pm

  H E A V E N 

Largas semanas es lo que quedó de nosotros a la espera del alta de Lixgrey del hospital. El frágil cuerpo de la niña era tan pequeño, que a veces incluso me preguntaba como vivía. De donde sacaba la fuerza para seguir día a día atada a miles de cables para sobrevivir. Y al final lo único que conseguí era encariñarme más con ella, incluso cuando solo la conocía detrás del cristal, porque se convirtió en una luchadora desde el mismo instante en que la sacaron del vientre de Evee.
No me dejaron entrar a su habitación ni una sola vez, aunque considerando que incluso las visitas de Skyle eran restringidas al principio, no me sorprende mucho. Luego me dedicaba a ver como mi hermano mantenía a la bebé pegada a su cuerpo por horas, sentado en una silla, alimentándola con un biberón, que sería lo único de lo que la niña bebería alguna vez. Curiosamente, tal cual lo hacen los mellizos de los Hooligans.

Pero si pensamos que aquel tiempo en el hospital era difícil. No teníamos idea.

El verdadero reto llegó cuando por fin le dieron el alta y nos vimos solos en casa, teniendo que hacer todo por nuestra cuenta.

Me preparé mentalmente para esto durante todo el tiempo que pasó en la incubadora. Leí y busqué mucha información. No solo de cómo cuidar a una bebe prematura, sino que a un bebé en general. Porque lo único que sabía sobre esos pequeños seres, era la manera de evitarlos.

Creo que alguna vez se me paso la idea de ser madre joven, y creo que lo pensé mucho más cuando supe que mi hermano seria padre.

Lo hice, sinceramente. Me pregunte que sería de mi si se me ocurriera seguir adelante con algo así, y si es que podría hacerlo si es que el padre me dejaba sola. En ese momento la idea había dejado de parecerme tan mala. Todos comenzaban a formar familia. ¿Por qué no podría hacerlo yo?

Ahora lo he descartado por completo.

Lo hice desde la primera noche en que Lixgrey despertó llorando con uno de esos llantos de histeria que te parten el alma. Lloraba entrecortadamente, pero por todo. Nos paseábamos con ella de un lado a otro intentando calmarla, le revisamos el pañal, la intentamos alimentar, distraer, revisamos su temperatura y hasta las encías, por si es que en algún extraño caso jamás antes visto, ya le estaban comenzando a salir los dientes y sentía dolor.

Para cuando paso la primera hora, toda idea se convirtió en posibilidad.

Eran las cuatro de la mañana y ninguno de los dos había dormido lo suficiente. La verdad es que no se si al final algo de lo que hicimos funcionó, o simplemente se quedó dormida de cansancio.

No, tener un bebé no es para nada de fácil.

Nos hicimos una especie de horario con turnos en los cuales Sky puso mis estudios como prioridad. No abandonó su carrera, pero si se vio obligado a pedir cambio de horario en ramos o simplemente faltar a algunos para que coincidiera con mis tiempos. Tal como con Ty, los Titanes también nos ayudan, o todos los chicos en realidad. Hasta Millán se ha quedado a solas con la bebé para cubrir algún espacio que nos quedaba hueco.

Y desde que mandaron a hacer esa puerta directa desde la casa de los Hooligans a la nuestra después del parto de urgencia de Ty, tenemos un acceso más rápido ante cualquier cosa.

Disfruto de los minutos de calma que me ofrece la niña entre llanto y llanto para montarla en el cochecito y sacarla a dar un paseo a la casa del lado.

Perfecto Impulsivo | Titanes IV |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora