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Mayo 5, 2018
17:01 Pm『 J A E D E N 』
Semanas después cuando entro nuevamente en la sala del boxeo, vuelvo a toparme con la misma mirada. No he pisado mucho esta sala, pero desde la tortura de Astra y el hecho de que todos parecieron enterarse, les hizo comenzar a mirarme diferente. Una mezcla de asco, desprecio, respeto e incluso miedo.
Creo que ninguno esta cien por ciento seguro de que debe esperar de mí. Lo cual es ridículo vengan a darse cuenta solo ahora, considerando que todos los que están aquí han perdido en gran parte su humanidad. El hecho de que se preocupen por una chica del su mafia y no por el resto del mundo, no los vuelve mejores personas, y por supuesto, no mejores que yo.
Les pongo mala cara y les mantengo la mirada intentando intimidarlos para que dejen de mirarme o me reten a una pelea. Cualquiera de las dos cosas me haría sentir bien. Pero tal como siempre, vuelven a sus asuntos en silencio.
Taurus ya está en su lugar entrenando golpes básicos de kickboxing, dándole con todo a uno de los sacos. Lo otro inusual en el día de hoy, es que Astra está golpeando su saco de boxeo con una furia inusual, y se le forma una arruga en el ceño por la concentración.
Se detiene saltando en su lugar un par de veces antes de volver a golpearlo. Paso por su lado para dejar mis botella de agua y la toalla sobre una de las bancas al costado. Enrollo los cintas alrededor de mis manos, y cuando me volteo para ir a alguno de los sacos, me la topo justo en frente.
Esta respirando agitadamente, algunos de los cabellos dorados se le pegan en la frente y la piel le brilla por el sudor. Tiene la mirada clavada en la mía, demandante. Cada parte de ella lo es, la verdad, y el piercing en la ceja le juega a totalmente a favor. Va vistiendo con un peto deportivo de muchos tirantes en la zona del pecho, aunque la verdad no se si es por adorno o para mayor ajuste, porque ella es especialmente plana. No hay nada que ver allí. En la parte baja unas simples calzas deportivas con letras blancas brillantes que ponen «Reebook», y las manos empuñadas a sus costados envueltas en las cintas de práctica.
—Lucha conmigo— dice. Pestañeo de la pura sorpresa, porque de las miles de cosas que podría haber soltado, esa es la última que me habría esperado. Taurus se voltea a mirarla luego de escucharla.
—¿Contigo, dices?
—Si.
—Astra, no...— intenta interrumpir el moreno, pero ella lo hace callar con una sola mirada amenazante.
—¿O qué? ¿No te atreves a golpearme?— se cruza de brazos y levanta la barbilla con seguridad, como si quisiera verse desafiante y alta. Lo cual no es necesario, porque ya tiene una buena altura.
Suelto una sonrisa de medio lado. Soy la razón por la cual la torturaron y probablemente lo sigan haciendo. Porque si tengo que romper las reglas para hacer o ir allí donde mis amigos lo necesiten, nada va a detenerme. Porque apenas la conozco, porque no me importa y porque verdaderamente no soy una buena persona. Perdí mi debilidad hace algo más de dos años, y con ella también se fue parte de mi humanidad. Lo poco que queda, vive y muere con los Titanes. Para todo lo demás, es como si ni siquiera existiera. Hago lo que se tiene que hacer, lo que los demás no pueden. .
Golpearla boxeando no hace ninguna diferencia en mí, y mucho menos si ella me lo está pidiendo. Creo que me malinterpretó desde un principio. Cuando le dije a Hellion que no iba a detenerme las condiciones que me estaba echando encima, iba en serio. Pero no me tomo en serio hasta que sucedió, y aun cuando ha pasado bastante tiempo desde entonces, podría apostar que la furia es la que le está hablando ahora.
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Perfecto Impulsivo | Titanes IV |
Teen FictionPara Jaeden Hoosh solo hay tres formas de hacer las cosas; a la buena, a la mala, o como las hace él. Cuando terminaron con Edén recupero parte de su libertad, pero a cambio de eso tuvo que entregar la mitad restante a BlackHand. Y aun así nada se...