Perfecto Impulsivo | Titanes IV |

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Mayo 16, 2018.
19:54 PM

『 J A E D E N 』

Me seco el sudor con la toalla que llevo en los hombros y apago la música cuando veo a Taurus entrar en la sala de boxeo con algo de prisa encima. Hace un gesto a Astra par que se acerque a nosotros cuando esta a punto de llegar a mí.

—¿Que sucede?— pregunto levantando una ceja desinteresadamente. —Tienes cara de haber visto un muerto.

—Es Bersa—me giro por la sala para buscarlo con la mirada y solo entonces me doy cuenta de que no está.

Desde aquel día de la pelea en el casino muy difícilmente nos hemos topado aquí mismo, así que ya le había perdido la pista. Y en general nunca me importó mucho quien estaba aquí, así que no habría notado que no estaba si Taurus no lo hubiera mencionado.

—¿Que paso con él?

—Él y todo su equipo fueron asesinados la noche anterior.

Yo me quedo sin palabras, levanto las cejas totalmente sorprendido, pero ni siquiera sé que se supone que tendría que decir. Astra parece desconcertada, incluso algo aturdida. Se acerca un paso más hacia nosotros.

—¿Que? ¿Como que él y todo su equipo?— lleva un ligero tono de histeria en la voz. —¿Explotaron o que mierda?

Por un segundo, involuntariamente, me imagino una explosión y todos ellos volando en miles de pedacitos para los buitres. La idea es tan desquiciada, que incluso me volteo a mirarla. Que tía más drástica.

Por su parte, Taurus casi ni siquiera parece notarlo.

—No... Fue a balazos.

El silencio vuelve a extenderse entre nosotros, tirante, potente.

—Eso no puede ser— vuelve a negar. —No eran los mejores, pero Bersa era fuerte y realmente astuto. Y si estaba con su equipo... tuvieron que haberles tendido una emboscada. No podrían haber acabado todos muertos así de fácil.

En respuesta Taurus se encoge de hombros. —No sé qué pasó, porque todos los presentes están muertos. Pero seguramente así fue.

Arrugo un poco el ceño aun desconcertado con la situación. No es como que el sujeto me importara una mierda, lo que me extraña es la situación en sí, los hechos. No fue hace mucho que habían robado la mercancía de otro de los grupos.

—¿Han pasado este tipo de cosas antes?— pregunto por fin. El moreno cambia su atención a mí con rostro afligido y luego niega con la cabeza.

—Muertes normales, como cualquier mafia, supongo. Pero es la primera vez que un equipo entero se nos va en una misión.

—¿Qué tipo de misión era?—lo veo fruncir el ceño un poco extrañado por mis preguntas.

—Venta de armas.

—¿Y los compradores?

—Era una mafia con la que siempre hacíamos tratos, pero cuando los enfrentamos por explicaciones, nos dijeron que fueron interceptados por otro grupo para quitarles la información.

—¿Como pueden estar seguros de que les dijeron la verdad?— me cruzo de brazos. Astra levanta una ceja como si me estuviera preguntando si hablo en serio. No puedo evitar mirar la cicatriz que le ha quedado allí donde le arranque parte de la piel con el guante. No ha vuelto a perforarse.