Perfecto Impulsivo | Titanes IV |

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Junio 24, 2018
16:44 Pm

『 H E A V E N 』

Me anima mucho ver a mi hermano ingresar en la casa de los Hooligans con emoción. Lleva en la cara su sonrisa habitual mientras le habla a una muy entretenida Lixgrey en sus brazos. No le importa en lo absoluto si la niña siquiera hace algún gesto en respuesta. Él le va contando cosas de los chicos y sus primos.

Unos días después de que Jaeden viera la realidad de Skyle, Jhon llego a vivir con nosotros. La excusa fue que ahora que todos nos habíamos movido y tras el nacimiento de Lix, ya era muy complicado ir a reunirnos a Alph sau, y que el odiaba vivir solo allí donde alguna vez se amontonaban todos.

No lo dudo. El silencio debe haberse vuelto ensordecedor. Debe haber muchos recuerdos atados a esa sala, y debe ser difícil volver al departamento después de un largo día dando vueltas entre la universidad y las distintas casas, y darte cuenta de que solo eres tú.

Pero nadie me va a quitar de la cabeza de que esa fue idea de Jad para que su compañía constante ayudara también a Skyle. En algún momento no podrá mantener su máscara por más tiempo y explotará viéndose obligado a admitir que necesita ayuda, o por el contrario, comenzará a acostumbrarse a la perdida y el dolor, y tan solo aprenderá a vivir con ellas.

Por otro lado, hace una semana, cuando los Hooligans fueron a cenar con nosotros, decidimos comenzar a reunirnos diariamente para cenar todos juntos, ya que es la única hora del día en la que por seguro estamos todos en nuestras casas. Desde entonces algunas veces somos los que vivimos mas cerca. La mayoría del tiempo Jaeden también esta, pero en ocasiones alguna que otra cosa en el hoyo se lo impide. A veces Theon se incluye, solo o con su chica y más de lo que habría esperado, he visto a Astra. Parece que la relación entre ella y el musculo mejoró bastante desde la última vez que los vi juntos.

En el interior como siempre, hay mucho ruido. Distingo el sonido de la TV de algún programa que a los chicos les gusta ver. De crímenes y esas cosas. Jamás ponen monitos de bebés. A ninguno le gusta más la idea que al otro de que vean unos dibujos ridículos para niños que dan hoy en día. También escucho la licuadora desde el fondo de la cocina e incluso el maullido de una vaca y un cerdo de alguno de los juguetes de los mellizos. Es el verdadero caos, igual que siempre. Y es ese mismo caos el que trae cierta sensación de calidez y felicidad.

Mi hermano se separa de mi en dirección a la sala, donde un Jaeden está muy entretenido apretando los botones del juguete de la granja para quien creo debe ser Luxxen mientras conversa con Kylan. Paso directo hasta la cocina esperando encontrarme con Ty, pero en su lugar solo veo a Millán con el dedo en el botón de la juguera y a Maze de espaldas a mi sentada en una de las silla de la isla de la cocina.

Solo entonces me doy cuenta de que fue realmente estúpido esperar que fuera ella, considerando que Ty evita la cocina, como evita las órdenes.

—Hey— me saluda un energético Millán, cortando la conversación con la morena. Toma la juguera y un recipiente y se gira hasta la mesa para dar vuelta la papilla quedando de frente.

Maze se gira con una sonrisa en el rostro que se vuelve tirante en cuanto se da cuenta de que soy yo, y no quien sea que estuviera esperando. Su saludo es mucho menos animado, pero extrañamente, no me suelta ninguna ridiculez.

Los saludo de vuelta y extiendo una sonrisa para ambos tomando asiento en la silla junto a Maze.

—¿Donde está el resto de los chicos?

—Tyee y Jhon fueron a comprar un no sé qué para que se yo— se enoje de hombros. —Y Dallas está cambiando los pañales de Niña L.

Alzo las cejas con curiosidad. —¿Niña L?