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Agosto 01, 2018
12:04 Pm『 T Y E E 』
Entrecierro los ojos hacia las tres bestias sentadas en sus sillas colgante en la isla de la cocina frente a mí. No puedo decidir quién es peor que el otro. No están llorando pero se están quejando abiertamente a mis servicios.
Oficialmente los mellizos han adoptado a Lixgrey como el órgano vital a esa sincronía que parecen llevar. Como si se comunicaran por telepatía. Y ahora son tres quienes están de acuerdo que de todos, yo sin duda soy quien peor lo lleva. Incluso hasta Dallas y Millán saben organizarse mejor.
Creo que están más acostumbrados a los horarios puntuales de Earling y el bullicio de la familia en general, de tal manera, que cuando se encuentran solos conmigo, que no los despierto para comer, que por supuesto no he pensado precavidamente en su futuro, ni les da comida recién echa, se las arroja a la cara o les canta ridiculeces a los gritos para distraerlos, me reclaman.
¿Pero qué más puedo hacer yo?
El microondas no va a avanzar más rápido por mucho que ellos protesten ni porque yo lo mire. Y no sirve darles un plato, son los tres o no son nada.
Tampoco es que haya tenido mucho tiempo. Me he pasado su siesta en un intento de ordenar la parte de la casa que me toca y estudiar para sobresalir en los exámenes siguientes a aquellos que he reprobado desde que reparto mi atención para la mafia.
Si antes daba pena, ahora doy lastima.
A través de los paneles transparentes que dividen la cocina del pasillo que da al baño, veo pasar a Earling con el canasto de la ropa sucia de los bebés que se suponía que debía haber metido a la lavadora para ayer.
No es su trabajo, la chica está aquí solo y exclusivamente para el cuidado de las bestias, y hoy trabaja medio tiempo porque se supone que yo estoy a cargo durante la mañana. Pero de la lista de diez cosas que tenía pendiente, decir que complete cinco seria darme demasiada gloria.
No sé qué de todo hice peor.
—Ha llegado esta cajita junto con el correo— dice apareciendo en la cocina nuevamente, dejando todo sobre la mesa.
—¿Cómo se supone que alimento a los tres al mismo tiempo, si mientras espero que se caliente una comida se enfrían las otras?— pregunto más para mí que para ella.
La veo acercarse al estante de los utensilios de los bebes para sacar tres biberones y comenzar a llenarlos con jugo de manzana cocida.
—Tienes que calentar el primero con más tiempo que el segundo. Aplica lo mismo para el tercero.
Realmente proceso lo que me parece una fórmula matemática completa. Esta chica acaba de enseñarme como debo organizar la comida de mis propios hijos, con los que llevo viviendo por un poco más de seis meses.
Creo que me he mal acostumbrado a tener siempre gente alrededor que me facilite el trabajo.
Me acerco para abrir el paquete. Es una caja azul rectangular muy delgada con un lindo lazo amarillo que la cierra. El teléfono vibra en mi bolsillo al mismo tiempo, así que no le pongo mucha atención para abrirla mientras desbloqueo para ver el mensaje.
Dejo el video cargando y vuelvo al contenido de la caja.
Son mechones de cabello perfectamente pegados al fondo para que no se muevan, pero están cortados de manera dispareja, en eso no tuvieron ningún cuidado. No necesito volver al video para saber que están relacionados, ni mucho menos verlo ara adivinar de quien se trata. Reconocería su cabello platinado en cualquier lugar.
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Perfecto Impulsivo | Titanes IV |
Genç KurguPara Jaeden Hoosh solo hay tres formas de hacer las cosas; a la buena, a la mala, o como las hace él. Cuando terminaron con Edén recupero parte de su libertad, pero a cambio de eso tuvo que entregar la mitad restante a BlackHand. Y aun así nada se...