Prólogo

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La luna se reflejaba en el rostro del hombre que estaba arrodillado en medio de la bodega, temblaba viendo a los hombres que lo rodeaban reír y jugar con las armas que tenían en sus manos

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La luna se reflejaba en el rostro del hombre que estaba arrodillado en medio de la bodega, temblaba viendo a los hombres que lo rodeaban reír y jugar con las armas que tenían en sus manos. Se podía notar el miedo en su rostro, pero sus labios seguían cerrados, en sus planes no estaba abrir la boca y contar todo lo que sabía; prefería mantener los secretos para si mismo, incluso si eso significaba morir en manos de esos tipos.

A lo lejos, un hombre observaba desde las sombras todo lo que pasaba, atento a todos los movimientos que hacían, cuidando los suyos para no hacer ruido y alertarlos de que se encontraba allí, estaba seguro de ser el único observador oculto, pero a lo lejos, había una sombra pequeña que temblaba incluso más que al que le apuntaban, y nadie sabía que estaba ahí.

—¿Tanto te importa? — preguntó el más alto — ¿Tanto como para dar tu vida por él?

El hombre en el suelo solo cerró los ojos, listo para cuando llegara el momento que sabía, iba a llegar en cualquier momento, haciendo que quien estaba frente a él, se desesperara hasta el punto de golpearlo con el arma, ocasionando que un hilo de sangre brotara de su ceja.

—Ya basta de juegos — dijo el otro, que se encontraba un poco más lejos — No va a hablar y ya estoy aburriéndome.

Asintiendo, quien se encontraba más cerca, apuntó su pistola a la sien del que estaba arrodillado y sin pensarlo dos veces disparó. El ruido que hizo el cuerpo al caer al suelo fue bajo, pero los oídos de quienes observaban la situación a lo lejos zumbaban, tanto por el ruido del disparo como por la sorpresa de este. Segundos después un sollozo se escuchó a los lejos y los tres hombres que aún seguían vivos giraron de lado a lado para buscar de donde provenía. el primero en verla corrió apuntando su arma, pero el que estaba aún escondido, fue más rápido; la tomó del brazo y la llevó detrás de un montón de cajas, puso una mano en su boca y susurro despacio.

—Tienes que correr muy rápido hacia allá — señaló una puerta medio abierta —No mires atrás, solo corre y ve a tu casa — La asustada chica asintió y miró la puerta, abrió los labios para decir algo, pero un ruido la hizo saltar y nuevas lágrimas salieron de sus ojos. —Por nada del mundo llames a la policía, ellos no van a venir lo suficientemente rápido, así que solo ve a tu casa y quédate encerrada.

él aparto la mano de su boca y le dio un empujón suave para que empezara a correr en dirección a la puerta. En cuanto ella se levantó, el salió de detrás de las cajas y disparó dos veces hacia los hombres que los buscaban desesperadamente, ambos giraron hacia el ruido y corrieron hacia allá, después, otro ruido de un lugar más lejano, los hizo desviarse de su camino, el hombre había lanzado su arma unos metros más allá, esa era la distracción perfecta, para poder salir por la misma puerta que había salido la chica segundos antes.

Ahora la parte difícil, seria encontrarla y llevársela lo más lejos posible, porque era seguro que esos hombres iban a buscarla, iban a querer silenciarla.

Mientras ellos escapaban, dentro de la bodega los hombres miraban cada rincón desesperados por encontrar a la chica y a quien había dejado su arma en el suelo. Se quedaron horas buscando en todo el lugar, en cada posible escondite e incluso en los lugares donde era imposible ocultarse. Estaban asustados, pero para su suerte, uno de ellos había alcanzado a verla, tenía grabado su rostro asustado en la mente; seguramente al llegar a su casa empezaría a dibujar cada detalle y la buscarían hasta dar con ella. No podían dejarla en la calle tranquila que siguiera con su vida, ella podría hablar a la policía cuando se enterara quien era el hombre que estaba muerto.

Nadie podía saber quienes eran los responsables del asesinato de uno de los gobernadores más importantes dentro de toda Rusia. Solo esperaban que fuera poco inteligente y se quedara metida en su casa mientras daban con ella.

 Solo esperaban que fuera poco inteligente y se quedara metida en su casa mientras daban con ella

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Hola de nuevo.

les quiero dar la bienvenida en esta nueva historia, estoy enamoradísima de ella y de todo lo que tiene desde el inicio hasta el fin (porque si, ya esta terminada) van a tener actualización todos los días.

los estaré esperando.

los amo.

Francy.

Sin promesasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora