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Buena música, buenos amigos, bebida... Los ingredientes perfectos para una fiesta estupenda, o eso pensaba David.

La música a todo volumen le hacía bailar levemente, ignorando las palabras de Manuel diciendo que parecía un gusano epiléptico. En una de sus manos estaba su segunda botella de cerveza casi vacía, esperando a que pronto una nueva botella sustituyera esa. Miró a su alrededor, sonriendo de lado al ver a Alex y Borja en la mesa de la cocina, partiéndose el culo con la guerra de bofetadas de Rubén y Miguel. Él también lo haría, pero por desgracia debía ir al baño a mear.

Dejó la botella encima de un mueble cualquiera, caminando por el pasillo de la casa con un poco de torpeza, a lo mejor era hora de ir parando con el alcohol.

Un sonido extraño le detuvo, escuchando con detenimiento mientras se acercaba sigiloso al baño.

-Parou, parou, paradaise~. Canta Raúl~.

-Guillermo, termina de vomitar de una puta vez.

Y ahí estaba el ruido.

David hizo una mueca antes de entrar, viendo a su mejor amigo arrodillado enfrente del váter mientras Raúl le daba pequeñas palmadas en la espalda para tranquilizarle. Se agachó también, viendo a un Guille con las mejillas rojas por el alcohol y una sonrisa boba en su rostro.

-David~.

-Te has pasado con el alcohol, macho- ambos ayudaron al menor a levantarse, dejando caer unas gotas de resto que le goteaban de su barbilla hasta los zapatos del mayor-. Que puto asco.

-Tu amigo, tu problema- Raúl soltó al albino, alzando las manos mientras salía del baño. El menor tuvo que apoyarse en David para no caer de cara al suelo, empezando a decir algo sobre cubitos y una tortuga hombre o algo parecido-. Iré a llamar a Samuel, ayúdale a que no parezca un vagabundo.

-Que sí tío, vete- el de mecha salió del lugar, dejando a un David con Guillermo en la peor borrachera de su vida-. Vale Guille, a lavarte la boca.

-Suenas como Samu.- el albino empezó a reír bobamente, dejándose guiar hasta el grifo donde se lavó la boca con ayuda del mayor, aprovechando para mojarle un poco la cara con agua fría para bajar el intenso calor que emanaba sus mejillas.

David negó con la cabeza, secando la cara del albino con una toalla blanca que había al lado. Guillermo simplemente soltó una risa, mirando a todos lados como si intentara averiguar dónde estaba.

-¿Así te sentías cuando me ponía perdido en la Universidad? Ahora entiendo tus reacciones.

El albino le miró, sonriendo ampliamente mientras intentaba mantener él solo el equilibrio, posando sus manos en los hombros ajenos.

-Fargan~, escapemos de Latinoamérica~.

-Guille, estamos en España.

-¿Oh? Ese escape fue rápido.

David soltó una risa, sintiendo al albino apoyar su frente en el pecho ajeno. Supuso que el efecto de sueño del emborrachamiento empezaba a hacerle efecto, por lo que le dejó.

Sí, no se sentía incómodo por esa cercanía con su ex. Ambos decidieron romper, ambos se pusieron de acuerdo en seguir siendo mejores amigos y nada más, hasta ambos ya tenían a su persona especial en su vida.

Por eso no sentía ese apretón en el estómago por los nervios, por que confiaba en él, llevaban ya un año en esa situación y no hubo problemas, hasta le ayudó en algunas citas para sorprender a Alex.

Al intentar separarse Guillermo tambaleó, llevándose consigo al moreno. David se puso delante para que su amigo no chocara contra la pared, sujetando sus hombros.

-Vale Guille, creo que deberías ir al salón y dormir. Joder, me viene a la mente las imágenes de la fiesta de vacaciones a finales de la carrera.

-Mi mejor amigo David~.

El albino negó con la cabeza, ahora siendo él quien agarró las muñecas del mayor para dejarlas apresadas entre la pared. Miró al mayor. Sonriendo ampliamente con ese sonrojo, acercándose a su rostro. Ahora sí que David se sentía algo incómodo, intentando alejar al menor de él.

-Tío, ¿qué...?

Fue dos segundos, dos segundos en los que su mente tardó en reaccionar ante el beso que le entregó el albino. Sabía a alcohol y ácido, teniendo en cuenta que solo eran sus labios. Giró su rostro para separarse, moviendo sus muñecas con fuerza para liberarse, pero...

-¿David...?

El albino se apartó, sonriendo torpemente en dirección a la puerta. Sus pasos vacilaron un poco, estando a punto de caerse. Vio la expresión del azabache, la misma expresión de dolor de cuando lo engañó Frank.

-Ales.

El menor salió corriendo, siendo perseguido enseguida por el mayor. Guillermo se quedó solo en el baño, viéndose rodeado del resto de sus amigos casi enseguida.

-Guille, ¿qué ha pasado?- Borja miró preocupado el estado de su amigo, el cuál fue sujetado por el ojimorado.

-Han salido corriendo como un película de drama adolescente, ¿qué crees que ha pasado?- Raúl se cruzó de brazos, mirando fijamente al albino que le costaba estar de pie.

-Chiqui, la que te espera mañana...

Luz de luna// Fargexby Donde viven las historias. Descúbrelo ahora