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-Samu, en estos doce años que llevo conociéndote nunca pensé que diría esto, pero te odio con toda mi alma.

'-Que sí hombre, ya me contarás tus deseos de mi muerte después, pero ahora creo que debes tratar un tema más importante.'

-Es que no me puedo creer que Borja y tú hayáis tenido esta gilipollez de idea- Alejandro negó con la cabeza, llenando los vasos de cristal enfrente suya con agua fría, agarrando su teléfono móvil con su hombro-. Me las pagaréis.

'-Vamos hombre, no es para tanto.'

-Mira tío, chao, ya hablaremos mañana. Que te den.- antes de darle la oportunidad de que contestase le colgó, soltando otro suspiro mientras volvía al salón de su casa con ambas manos agarrando los vasos. Tuvo que reconocer que le hizo bastante gracia ver a su madre sonriendo ampliamente sentada enfrente del moreno mientras este miraba nervioso hacia los lados.

Le dio un vaso a cada uno, sentándose al lado de David para recibir un 'gracias' junto con un leve apretón de brazos.

-Me alegra ver que os lleváis tan bien- la adulta sonrió mientras daba un sorbo al agua, ahora mirando a David-. Al parecer tendré un buen yerno.

-¡Mamá!- Alejandro miró a su madre ligeramente enfadado, sintiendo sus mejillas arder ligeramente.

-¿Qué pasa, cielo? ¿No quieres que le llame así hasta la boda?

-¿Boda?- ahora fue el turno de David de sonrojarse, sin evitar mirar al azabache ante esa idea- N-no, no veníamos a-

-Tranquilo David, sé que los jóvenes no estáis interesados en esos temas a una edad tan temprana, no me importa esperar unos años para eso. Eso sí, no quiero ser abuela tan temprano, así que tardad un poco en ese aspecto.

-¿Quién ha dicho nada de eso?- el menor se echó avergonzado hacia atrás, ocultando su cara entre sus manos- ¿Por qué no actúas normal como siempre?

-Vamos hijo, debe haber confianza entre familia, ¿no? Solo os digo que estaré de acuerdo en las decisiones que toméis, después de todo vais a vivir juntos.

-Solo hasta que encuentre una carrera que me interese- el azabache miró de reojo a David, viendo cómo este bebía de forma nerviosa el agua. Estaba siendo una situación demasiado vergonzosa a su parecer-. No sé cómo Samuel te convenció para esto.

-Mire señora- por primera vez en toda la noche David habló, tosiendo levemente para aclararse la garganta-. Le prometo que su hijo estará en buenas manos, además de que es muy responsable para empezar a independizarse. No le pasará nada, suegrita.

-¡David, no le sigas el juego!

-Míralo, además de guapo, divertido.

-Dios, llévame a tu reino.- David soltó una risa a la reacción del contrario, acercándolo para abrazarle con su brazo. Alex no tuvo más opción que cerrar cansado los ojos, no tenía sentido hacer o decir nada.

-Bueno chicos, veo que tenéis claro lo vuestro, además de que os ayudáis mutuamente, así que os digo que sí.

Ambos chicos se giraron para ver confusos a la adulta, pidiendo una explicación con la mirada. Esta pareció entenderlo, por lo que soltó una suave risa.

-Como he dicho, mi respuesta es sí, apoyo lo vuestro.

-... Mamá, ¿de qué coño hablas?

-Hijo, yo también fui joven, daba las mismas señales que tú me estabas dando. La edad no importa, y se nota que lo que tenéis no es diversión de una noche. David Alonso, estoy de acuerdo en que seas mi futuro yerno, siempre y cuando no le hagas daño a mi pequeño.

Silencio...

Alejandro estaba planeando la muerte lenta y dolorosa de Samuel y Borja.

Luz de luna// Fargexby Donde viven las historias. Descúbrelo ahora