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Alejandro adoraba las músicas de los años 80, casi todos los días solía escuchar músicas de esas grandes décadas de finales de 1900, por eso no podía faltar estas en su cumpleaños.

El sonido de la televisión sonando a todo volumen mientras sus amigos hacían rondas de cerveza, escena que hubiera conseguido hacerle gritar insultos y regañarles como Samuel, si no fuera porque él también se unió.

El mismo ojimorado lo dijo desde hace años: si hasta su mayoría de edad no probaba ni una gota de alcohol no le diría nada cuando cumpliera los 18, incluso si estaba teniendo un coma etílico. Cumplió su parte, y por desgracia ahora 'Papagetta' debía cumplir la suya.

Iba por su tercera botella cuando Raúl cayó al suelo al no poder más, tirando parte del líquido a la alfombra mientras murmuraba con dificultad un "ave María Purísima", todo esto con un preocupado Borja a su lado. Soltó su risa de delfín mientras alzaba los brazos divertido al ser el ganador, justo con la canción de 'we are the Champions' de fondo. Perfect timing.

David simplemente se quedó sentado en el sillón mientras veía el nacimiento de 'Lely', nombre que se auto puso el menor a la segunda ronda. Prefería dejarlo tranquilo, la mirada asesina del ojimorado sobre su nuca avisándole que no aprovechara la situación le intimidaba bastante, ni quería imaginarse lo que pasaría si encima andaba de pegajoso con el menor.

-Hola guapo~.

Oh mierda.

De imprevisto, Alejandro se acercó al mayor con una sonrisa en su rostro, sentándose a su lado con algo de torpeza por su estado. Soltó una risa distorsionada al apegarse con el mayor, rozando sus labios con picardía mientras sus manos las apoyaba en su pecho.

Por instinto sujetó al menor de la cintura al ver cómo se balanceaba levemente, echándose hacia atrás para verle mejor. Se notaba que el alcohol hacía efecto, sobre todo por sus mejillas sonrojadas y el olor que irradiaba.

Podía escuchar el rechinar de los dientes de su amigo a más de quince metros de distancia.

-¿Qué pasa? ¿Ya no me quieres?- su voz sonaba totalmente diferente, como vaga y alterada, sumándole el gesto de tristeza que hizo con sus labios. David negó enseguida con la cabeza, acercándose para besarle sus cálidas mejillas.

-Claro que sí, ¿cómo no querer a este bombón?- Alex soltó una risa, ahora abrazando al mayor por los hombros.

-Estoy borrachísimo~.

-¿En serio?

-David, el sarcasmo conmigo... no.

Sonrió cuando los labios del menor tocaron su cuello para besarlo, produciéndole una descarga eléctrica por todo el cuerpo. Apretó los labios para no soltar ningún ruido, limitándose a abrazar con fuerza al contrario para evitar que siguiera con sus juegos.

Después de la fiesta en casa de la madre del azabache (con el permiso de esta, que se iría durante una semana a la capital del país por asuntos personales) Guillermo los dejó donde su apartamento, donde aprovecharon para dejarse llevar por el alcohol en sangre y, como diría Raúl, comerse la boca.

David puso todo su autocontrol cuando ambos cayeron al sofá, casi quitándose la camiseta cuando notó que el menor empezaba a quedarse dormido. Le quitó la camisa y los vaqueros negros para colocarle un pijama de invierno, acostándolo en la cama para seguidamente tumbarse a su lado. Sí, al día siguiente se ganaría una hostia y un sermón de Alejandro, pero valía la pena si con eso conseguía que el menor le abrazase al estilo koala, rodeándolo con brazos y piernas.

Tal vez debería controlar a Lely borracha.























Faltan 9

Si hay algún comentario sobre una parte o que quiere +18 a partir de este cap saco el final malo, primer aviso.

Luz de luna// Fargexby Donde viven las historias. Descúbrelo ahora