David nunca pensó que ese día llegaría, ni su mejor amigo tampoco, la verdad. Sinceramente, pensaba que el contrario exageraba un poco, tan solo iba a quedar más temprano con Alex para poder tener una quedada decente, hasta tal vez hacerse amigos, no sabía por qué tanto drama.
Cerró los ojos aún tumbado boca arriba en su cama, dejando que su amigo removiera la ropa de su armario. Parecía que un terremoto había destruido el lugar.
-Tío, estás exagerando, con tal de poner una camisa y pantalón basta.
-Me sorprende que aún tengas vida social, chaval- Guillermo se giró para verle, tirándole a la cara un par de pantalones y una camiseta, volviendo a su búsqueda en el armario-. Pruébate eso, conociéndote a lo mejor ni te sirve.
El moreno suspiró, levantándose con la ropa en mano para dirigirse al baño a cambiarse. Dejó que su amigo siguiera buscando en su armario, tampoco es que tuviera nada valioso en su casa.
-Pero bueno, si hasta te queda bien y todo- Guillermo sonrió al ver al cabo de unos minutos a su mejor amigo ya vestido, mirando con cara neutral al contrario-. Solo tendrías que peinarte y listo.
-¿Desde cuando eres crítico de moda?
-Desde que bajaste al supermercado de la esquina con calcetines y chanclas.
-... En mi defensa, solo iba a comprar sal.
El menor negó divertido, sentándose en el suelo al lado del moreno.
-Tío, parece que voy a una boda.- el mayor hizo una mueca mientras se veía, era demasiado... formal para él.
-¿A qué clase de bodas has ido, David?
-Guille, no quiero que parezca que quiero algo con él.
-¿No querías ser amigo suyo? Normalmente no te importa cómo...- el menor entrecerró los ojos mientras sonreía pícaramente, subiendo y bajando las cejas- Pero bueno, ya veo lo que pasa.
-¿El qué?- Guillermo empezó a reír ante la cara del mayor, tumbándose en el suelo por el ataque de risa- Tío, deja tus estupideces, ya tengo que salir.
Ambos se levantaron, saliendo del apartamento una vez preparados para salir. A David no le importó salir con toda su ropa desordenada y tirada por el suelo, ya lo arreglaría después.
Para Guillermo estaba siendo todo bastante inusual. Muy pocas veces recibía un mensaje del mayor sin haber enviado uno antes, y aún menos si el mensaje ponía 'tío, en mi casa en dos horas, voy a quedar con alguien hoy". La última vez fue hace unos... ¿dos años? El albino no estaba del todo seguro, sólo sabía que si estaba 'pidiendo' ayuda, era algo serio.
Se despidieron cuando llegaron a la entrada del parque, cada uno siguiendo su propio camino. David esperaba que esa noche fuera entretenida y valiera la pena.

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Luz de luna// Fargexby
RomanceDavid tan solo era un chico vacío y sin vida, viviendo sin tener emociones o sueños. Al menos así era hasta aquella noche, donde vio a aquel chico sentado a su lado bajo la luz de la luna. °Esta obra es ficción, utilizo a sus personajes, no a los yo...