HE IS BAD » KIM SEOKJIN «

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[Jin]

Vale, estoy confuso. 

Este sentimiento es algo que no he experimentado antes. Tengo la necesidad de ver a Taehee y decirle algo, pero no sé el qué. 

Ni siquiera puedo dormir por la noche pensando en qué debo decirle. Justo como ahora, son las cuatro de la mañana y no he dormido nada, absolutamente nada, cero. 

Me levanté de la cama y me dirigí a la cocina. Abrí una lata de cerveza y me senté en mi cómodo sofá. 

No sé nada de ella, solo sé su nombre, edad y que sus padres la abandonaron, y ahora su problema con... Ya sabéis. 

Busqué el anuario del año pasado, allí están las direcciones y los números de teléfono de todos los estudiantes. Sé que es raro, pero los colegios privados son así.

Busqué su nombre hasta dar con él. Agendé su número de teléfono simplemente como "La cuatro ojos" y apunté su dirección. 

Esta sería una larga noche.

(...)

A la mañana siguiente me desperté con resaca después de haber bebido tanto. Le pedí a Namjoon que me llevara al colegio, y como siempre, aceptó. 

Su coche me dejó justo en la puerta, y él fue a aparcar. Hoy no me apetecía ir a clase, necesitaba un respiro de todo esto. Y también necesitaba descifrar que es lo que me estaba pasando. 

Salí al patio y encendí un cigarrillo de los muchos que había en la cajetilla. Inspiré en humo y lo solté por la nariz esperando que mis preocupaciones se fueran con él, pero no fue así. Todos mis pensamientos seguían intactos. Y mis imaginaciones seguían apareciendo. Eran como visiones, Taehee, ella, estaba llorando y sangraba, había una navaja en el suelo y después estaba yo, riéndome ante la situación. 

Pensar que fui tan malvado con ella me... me disgusta, y me hace sentir responsable de todas y cada una de las cicatrices de Taehee. 

Hablando de la reina de Roma. Taehee caminaba por el patio, se suponía que debía estar en clase.

-¿Duele? - pregunté. Taehee se giró y al verme se encogió.

-¿Eh?

-¿Que si te duele la muñeca?

-Eso no es algo de tu incumbencia. De todas formas, estarás feliz si me duele. 

-...

-...

-¿Por qué no estás en clase?

-El profesor me mandó a buscar unos libros.

-¿No me vas a preguntar que hago fuera?

-No, porque sé la razón. En este maldito lugar puedes hacer lo que quieras. Puedes faltar a clase, comer en la cafetería sin pagar, e incluso fumar en el centro. 

-¿No te molesta que tenga todas estas ventajas?

-No. En realidad me da igual.

-...

-Gran charla. 

Se acercó a mi dejando los libros en el suelo y me quitó el cigarrillo de entre los labios, lo tiró al suelo y lo pisó para apagarlo.

-Fumar es malo, casi tanto como tú... - y se fue sin más.

Esta chica es misteriosa, me gusta eso. 

(...)

-Chicos, reunión urgente, en mi casa ya.

Colgué el teléfono y esperé pacientemente a que mis amigos se dignasen a aparecer por mi gigante, carísima y fantástica casa en la que vivo tremendamente solo. 

Después de unos increíblemente largos 30 minutos los idiotas de mis amigos aparecieron. Todos nos sentamos en círculo con cerveza y mucha comida, esta sería una conversación larga.

-Chicos, escuchad, esto es un tema serio. - dije - No hagáis gilipolleces. 

-¿Qué pasa? ¿Por qué nos llamaste? Taehyung y yo nos estábamos divirtiendo. - dijo Hoseok.

-Por favor, no me digas que estabais follando.

-Eso no te importa. - respondió Tae - Vamos a lo importante, ¿qué pasa?

-Últimamente he estado sintiéndome raro acerca de alguien...

-¿Quién? - preguntó Jungkook.

-La cuatro ojos.

-¿Quién?

-Sí, la chica que lleva gafas, bajita, con el pelo marrón y largo.

-Ahh... - dijeron todos. - Taehee. 

-¿Te gusta Taehee? - gritó Jimin.

-¿Qué? ¡No! Claro que no... Lo que pasa es que... después de enterarnos de "eso" - hice comillas con mis dedos. - Tengo la necesidad de decirle algo, pero no sé el qué. No sé si me entendéis. Tengo una constante presión en el pecho, que me hace querer dejar de ser malo con ella.

-Mira que eres estúpido, - intervino Namjoon - lo que te pasa es que te sientes culpable y estás arrepentido.

-¿Culpable, arrepentido? Entonces, ¿qué debo hacer?

-¡Discúlpate! Idiota...

Disculparme... No creo que eso sea suficiente. Debo conseguir que me perdone, aunque sea lo último que haga.