Kim Seokjin no es un chico malo, es el diablo personificado. Hace lo que quiere cuando quiere y como quiere. Incluso los maestros le dejan hacer lo que quiera, pero solo porque su familia dona grandes cantidades de dinero a la escuela.
A parte de e...
Era la primera vez que me despertaba de buen humor en toda mi vida. Anoche soñé con Taehee. Era la primera vez en mucho tiempo en la que estaba verdaderamente relajado y no tenía que preocuparme acerca de mi vida, o de mis padres o de cualquier otra cosa. Y era la primera vez que tenía ganas de ir al instituto, solo por ver a Taehee.
Me levanté con ganas de la cama. Me di una ducha relajante y elegí cuidadosamente la ropa que me pondría: una camiseta sin mangas de negra, unos pantalones algo sueltos del mismo color y unas converse que combinaran con todo.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
(Sin el pañuelo ni la cadena).
Salí con mi coche sin prisa. Llegué al instituto bastante temprano. Pronto los chicos se me unieron y los pasillos comenzaron a llenarse de gente.
Las personas caminaban de aquí para allá, sin percatarse del resto del mundo. Cada una de esas personas tenía su vida, lloraba, sufría y amaba sin que el resto del mundo lo supiera. Cada una tenía su propio mundo encerrado en él. Rodeado de un número concreto de personas, sin pensar que alguien a menos de 10 metros de ellos está viviendo una vida completamente ajena a la suya. Todas las personas tienen un centro, un núcleo para su vida. Para algunas es su familia, para otras su pareja, para otras su trabajo, para otras sus estudios, o incluso ellos mismos. Pero, creo que el mío, es Taehee.
Sin darme cuenta ha cambiado mi vida en muy poco tiempo. He pasado de odiar a una persona con todo mi corazón, a querer poseerla con toda mi alma. Raro, ¿verdad? A mí también me lo parece. Había tanto odio en mi corazón, que cuando empecé a sentir amor ni siquiera lo noté.
Entonces Taehee entró en escena, luciendo igual que siempre, igual de bella. Me quedé mirándola por no sé cuanto tiempo. Todo iba a cámara lenta, igual que en las películas. Y estaba seguro de que estaba sonriendo como un tonto, pero me daba igual.
-Mirad como se ha quedado. - gritó Jungkook. - Está completamente pillado.
-Sí, lo estoy... ¿Y qué más da...? Es maravillosa...
-¡TAEHEE! - gritó. - ¿Puedes venir un segundo?
Taehee se acercó corriendo a nosotros. Ahora la miraba y la veía de una forma muy diferente a la de antes. Mi corazón iba muy rápido.
-¿Qué pasa?
-Taehee, - Jimin le siguió el juego a Jungkook. - ¿no crees que Jin tiene las manos grandes?
-Grandes es poco.
-¿Estás segura? ¿Por qué no le coges la mano para comprobarlo?
-Bien.
Taehee sacó mi mano del bolsillo de mi abrigo, y entrelazó sus dedos con los suyos. Mi corazón latía tan rápido que pensé que se me saldría del pecho.
-Yo creo que está bien para alguien de su altura y tamaño.
-¿Su tamaño?
-Sí, es muy alto. Tiene los hombros anchos, y por lo que veo también le gusta ir al gimnasio.
-¿Cómo sabes eso? - molestó Jimin ahora.
Desenlazó su mano de la mía y tocó mis brazos.
-Supongo que los músculos no salen por si solos. Seokjin parece que se ejercita todos los días.
Apartó la mano de mi brazo y la dirigió a mi frente, donde comprobó mi temperatura.
-Estás ardiendo.
Sus manos corrieron por todo mi abdomen. ¿Por qué debía hacer eso? Solo estaba consiguiendo ponerme más nervioso.
-Lo siento mucho.
Cuatro...
-¿Por qué?
-Por preocuparte y por... ya sabes.
-Sí, ya sé... Asegúrate de ir a la enfermería o me enfadaré. Me voy, llego tarde. Nos vemos en el almuerzo.
-Adiós.
Taehee corrió hasta su clase, mientras la observaba hasta desaparecer. Volví hacia los que parecían mis amigos. ¿Cómo pudieron hacerme esto? Lo estaban haciendo aposta, estaba seguro.
-¿¡QUÉ NARICES OS PASA!? Sé que habéis hecho eso adrede.
-Vamos Jin, - dijo Taehyung - admítelo. Ha sido divertido.
-Divertido mi pie. Casi me da un ataque al corazón.
-¿Qué tanto te gusta como para que casi se te pare el corazón? - preguntó en broma.
