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[Jin]

No hemos vuelto a hablar desde aquella noche. Y después de verla llorar al leer la carta, pienso que no debería acercarme.

Y el destino parecía no querer ayudarme, pues Taehee andaba en mi dirección. 

Jin cálmate, no es la primera vez que hablas con Taehee. Y por mucho que me repitiera esa frase no lograba calmarme. Debía mantener todo bajo control. Taehee se posicionó frente a mí, algo decaída, un poco triste.

-Taehee--

-Jin, antes de que digas nada. Olvida lo que dije en la fiesta, ya no tienes que hacer esto más. Olvida que me gustas, olvida eso y olvídame a mí.

-¿Qué? ¿De qué estás hablando Taehee?

Taehee bajó la mirada, parecía que no quería verme. Agarré sus mejillas y la obligué a mirarme.

-¿Qué pasa?

Taehee tenía los ojos encharcados en lágrimas. O no. No quiero ser la persona que haga llorar a Taehee, es lo que menos quiero en el mundo.

-Si es pena lo que sentías por mí, ya puedes dejar de pretender que te importo. 

Y se fue dejándome con las palabras en la boca.

¿Qué... acaba... de... pasar...? 

Estaba claro quien había sido.

Corrí hacia la clase B, sabiendo que Seulmi estaba allí. Me acerqué a ella y la agarré por los hombros.

-¿Qué le has dicho a Taehee para que me trate así?

-La verdad.

-Seulmi, ¿qué le has dicho?

-Le dije que estabas con ella por pena. ¿Contento?

-¡NO, POR SUPUESTO QUE NO ESTOY CONTENTO! ¿Cómo has podido decirle una cosa así?

-Para alejarla de ti.

-¿Es que no entiendes que a mí me gusta Taehee? A mí, Kim Seokjin, me gusta ella, Eun Taehee.

-Eso son imaginaciones tuyas... En realidad no te gusta.

-Sí, sí me gusta.

-¿Cómo sabes eso?

-Lo sé porque es la primera chica con la que he podido ser sincero, y con la primera con la que he podido ser yo mismo. Ella ha escuchado mis problemas, y me ha apoyado todo este tiempo.

-¡Yo también te apoyé cuando estuvimos juntos!

-No, tu solo querías follar. En ningún momento escuchaste ni uno solo de mis problemas porque simplemente no te importaban. 

-...

-Esta es mi última advertencia, Seulmi. Deja a Taehee en paz, o haré que te expulsen y así nadie de aquí tendrá que volver a ver tu cara.

[Taehee]

He sido una estúpida. ¿Cómo siquiera pude pensar que Jin y yo podríamos convertirnos en amigos? Es ridículo. Y lo que todavía es más ridículo es que yo tenía la esperanza de que también le gustara. 

Y por mucho que odie admitirlo, en este caso Seulmi tenía razón, es obvio que Jin solo se acercó a mí por pena.

Debí deshacerme de mis sentimientos en cuanto tuve oportunidad. Pero, ¿cómo no caer rendida ante él? Era imposible no hacerlo. Con esa mirada penetrante, su delicadeza al hablar, el suave tacto de sus manos, sus piernas largas, su personalidad infantil e inocente...  Era... tan fácil, fue tan fácil.

Salí de mis pensamientos cuando la puerta de clase se abrió dejando un ruido sordo en el aire. Jin, jadeando y sudando estaba parado bajo el marco. Vino hacia mí y me sacó de la clase agarrando mi muñeca. 

-Jin, suéltame. 

-...

-Jin.

-...

-¡JIN HE DICHO QUE ME SUELTES! - grité tanto que todas la personas que caminaban por allí se giraron a mirarnos. - ¿Qué crees que estás haciendo? Te dije que me dejaras en paz.

-Ya sé lo que me dijiste. Y también sé lo que te dijo Seulmi.

-Bien, pues estamos a mano. Ahora déjame.

-Pero lo que dijo Seulmi no es cierto. Yo no soy tu amigo porque sienta pena de lo que pasó. 

-Lo que pasó fue culpa tuya. 

Jin se quedó paralizado, hecho piedra. No debería haber dicho eso. Sé que a Jin le duele recordar, y en ese momento no me di cuenta de las palabras que salían de mi boca.

Antes de que pudiera decir otra palabra Jin se arrodilló frente a mí, con la cabeza baja. Y tuvo la valentía de hacerlo aún cuando todo el mundo estaba mirando, incluidos sus amigos.

-Perdóname.

Diez... Por fin.

-Lo siento, lo siento, lo siento. Taehee, perdóname. Te lo suplico.

Esto, estaba partiendo mi ya roto corazón. Si él dice que no está conmigo por pena, ¿debería confiar en él? Al fin y al cabo, nunca debía fiarme de Seulmi. Jin, lo he hecho sufrir tanto.

Me arrodillé junto a él, agarrando sus mejillas, haciendo que me mirara a los ojos.

-Jin, ¿por qué haces esto? ¿Por qué quieres mi perdón?

-Es porque me gustas, Taehee. Me gustas, mucho.

¿Le gusto, a Jin? ¿De verdad? Mi corazón, late demasiado rápido. La calentura en mis mejillas, palmas sudorosas. El sentimiento de alegría y tranquilidad y a la vez excitación. ¿Es esto a lo que llaman felicidad?

Y sin pensarlo mucho lo besé. Era tan... tan... mágico. Nos levantamos del suelo sin despegar nuestros labios del otro. Respiraciones agitadas, no sé si suyas o mías, era todo lo que podía oír, eso y a mí corazón latiendo más rápido de lo normal.

Agarró mi cintura con sus brazos, y por seguirle subí mis manos hasta su nuca, para empezar a jugar con su pelo. Jin me besó con más pasión. Succionaba y besaba mis labios como si la vida le fuese en ello.

Los dos nos separamos por la falta de aire. Y juntamos nuestras frentes, intentando calmar nuestras respiraciones.

-Vaya, vaya, vaya... - se oyó decir a Jungkook. - Menuda escena de película.

-Qué romántico, ¿verdad Hobi? - gritó Taehyung.

-Os veis bien juntos. - intervino esta vez Namjoon.

Los dos nos reímos por los comentarios que los chicos seguían diciendo. Y después me miró a los ojos, profundamente, leyéndome el alma.

Sí, esa es la mirada.


HE IS BAD » KIM SEOKJIN «Donde viven las historias. Descúbrelo ahora