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[Taehee]

Abrí la puerta esperando encontrarme con Jin, lo que no esperaba era verlo acompañado de su padre.

-Jin, ¿qué es esto? ¿Por qué está aquí?

-Taehee, no-

-Señor Kim márchese mientras se lo pido amablemente, no quiero oír más insultos de su parte. 

-...

-Jin, ¿entras o te vas?

-Taehee, hay algo que tienes que saber. 

(...)

-Taehee, no llores más... - me rogaba Jin. 

-Lo siento, necesito un segundo...

Salí de la habitación intentando secar las lágrimas que, aún con mi perseverancia, seguían corriendo libremente por mis mejillas. 

Corrí escaleras arriba desesperadamente entrando en mi habitación. Cerré la puerta dando un portazo y me senté en el suelo, apoyando mi espalda en la cama, sin saber en qué pensar y sin saber como sentirme a cerca de lo que acababa de ocurrir.

Este es un recordatorio más del universo de que yo no debería haber nacido, no debería de estar aquí. Entonces quizás las cosas serían más fáciles para todos. 

Jin abrió lentamente la puerta de la habitación y me miró con su ya típica cara de ternura mezclada con tristeza. Tan solo se sentó en el suelo conmigo y me envolvió entre sus brazos sin decir palabra. Jin sabía perfectamente cuando hablar y cuando no hacerlo. 

Ese era un momento en el que no necesitaba palabras, solo un abrazo.

Había demasiadas emociones mezclándose en mi pecho. No quería creer nada, pero no me quedaba más remedio que hacerlo ya que era verdad. Todo era verdad, el hecho que aquel hombre al que llamaba tío cuando tenía tres años era el padre de Jin, mi novio. Y el hecho de que ese mismo hombre al que consideraba parte de mi familia me haya gritado a la cara que no soy buena para su hijo y que soy una suicida. Lo que más me dolió de ello era que ninguna de las dos afirmaciones del padre de Jin acerca de mí eran erróneas. 

-Eres lo mejor que tengo...  - susurró en mi oído. - Y tienes lo mejor de mí. Eres lo mejor que me ha podido pasar, y todo de lo que nos hemos enterado hoy no cambiará mis sentimientos por ti. Te amo tanto como siempre, te quiero más que ayer y me gustas más que desde que te vi. 

-Abrázame.

-Ya te estoy abrazando.

-Abrázame más fuerte...

-Te tendré entre mis brazos toda la noche si eso es lo que necesitas, mi princesa.

[Jin]

Taehee colocó sus manos sobre el piano y tocó lo que siempre toca cuando no sabe que hacer o qué pensar. Hacía que una pieza tan difícil se viera tan fácil de tocar. Movía libremente y con fluidez sus dedos sobre las teclas, era algo verdaderamente fascinante. 

La miraba apoyado en el marco de la puerta con los brazos cruzados.

Sus manos se ponían tensas, y sus tendones salían a reducir al momento de tocar octavas y acordes. Tocaba con tanta fuerza, que el eco de las notas se quedaba suspendido en el aire por unos míseros segundos, y aún siendo poco tiempo era perceptible al oído humano. 

Mi padre apoyó su mano en mi hombro y mirándola sonrió.

-Jin, esa chica es algo excepcional... Te has sacado la lotería, eres afortunado de tenerla.

-No hace falta que me lo digas papá, lo sé desde el momento en el que la besé por segunda vez.

-¿Segunda? ¿Por qué no la primera?

-Nuestro primer beso no fue muy romántico que digamos.

-No quiero indagar más en eso... - dijo dejando el tema a parte.

-Creo que deberías disculparte con ella. 

-A eso venía, pero te vi ahí parado mirándola embobado. 

-¿Qué le voy a hacer? - dije bromista. - Me tiene embrujado de la cabeza a los pies.

-Hijo, no te me pongas tan romántico, se me hace raro. - hizo una mueca no muy agradable.

Mi padre avanzó hasta el piano, tocó el hombro de Taehee y se sentó a su lado. Hablaron durante largo y tendido, pero yo solo observaba atento a los gestos de Taehee: en ningún momento pareció tensa, estaba relajada, tranquila. 

-Lo siento mucho, Taehee, por todo.  - dijo mi padre.

-No se preocupe señor Kim. - respondió ella.

-No me llames señor Kim, puedes volver a llamarme tío, y en cuanto te acostumbres a esto si quieres podrás llamarme papá. 

Taehee no respondió, tan solo su comisura se levantó un poquito, pero yo sabía que ese gesto significaba mucho más. Mucho más de lo que cualquiera imagina.

HE IS BAD » KIM SEOKJIN «Donde viven las historias. Descúbrelo ahora