HE IS BAD » KIM SEOKJIN «

· 6 ·

[Jin]

 -Esa mujer está loca. - grité. - Le pedí disculpas y ni se inmutó.

-Pues me parece bastante normal. - respondió Namjoon.

-¿Cómo puede parecerte normal? Es la primera vez que le pido disculpas a alguien.

-Pero olvidas el hecho de todo lo que le has hecho pasar.

-...

-Jin, - dijo ahora mirándome - se autolesionaba por tu culpa. Ya has visto las cicatrices en sus muñecas, ¿quién sabe cuántas más habrá por todo su cuerpo. 

-No me lo recuerdes.

-¿Por qué? ¿Pasa algo?

-Si me lo dices haces que me sienta...

-¿Cómo?

-Como una mala persona... Eso es lo que son todas las personas que me rodean: mis padres, Seulmi... Pero ella, ella no es así. - le di una calada al cigarrillo - No se merecía todo lo que le hice, es buena, pura e inocente. Y yo no merezco su perdón.

[Taehee]

Desde ese día todos tienen la atención puesta en mí. Ya no puedo sacar los libros de mi taquilla tranquila, tampoco me dejan comer en paz, y en clase me bombardean a preguntas acerca de Jin y los chicos. Por ejemplo, el otro día llegó una chica preguntando si los hoyuelos de Hoseok era lindos de cerca. Por favor, ¿cómo no saben que está saliendo con Taehyung? Bueno, yo me enteré el otro día, así que no estoy en posición de hablar. 

Este eran uno de los pocos momentos que tenía libres, en un descanso de 30 minutos entre clases. Todo el mundo estaba a lo suyo y yo a lo mío. Se sentía bien poder estar relajada por unos minutos.

-Y se acabó el estar relajada.

Lo supe en cuanto vi a Seulmi entrar por la puerta de clase andando hacia mí. Se paró frente a mi escritorio y me miró desafiante.

-Ya, Eun Taehee. ¿Cómo te atreves a hacer eso? ¿Por qué Jin oppa estaba contigo en la cafetería?

-Seulmi, déjame en paz. - me levanté de mi silla devolviendo la mirada.

-¡Cállate! ¿Por qué estás con Jin oppa? ¡Déjale en paz! ¡Jin oppa es mío!

-Seulmi, terminasteis hace mucho, estás obsesionada co-- después de que mis palabra se cortaran sentí la fiebre en mi mejilla, y la sangre bajar por ella. No solo me había pegado, también me había arañado. En ese momento sentí la necesidad de bajar la mirada.

-¿Cuándo dejarás de molestar a los demás? Si vas a seguir así, mejor desaparece. Muérete. Aunque eso ya lo has intentado y no ha dado resultado. - oí su risa y la des sus amigas, entonces las lágrimas brotaron. - Sigue así, Taehee, estarás sola hasta que te mueras. Eres una molestia para todos.

Seulmi levantó la mano dispuesta a pegarme otra vez, pero una mano más grande, huesuda y firme obstruyó a la suya.

-Ella no es una molestia para mí. 

Me arrastró fuera de clase. Y me llevó a la sala privada que él y sus amigos poseían gracias a las conexiones de los padres de Jin con el colegio. Era más grande que mi casa. Tenía cocina, un salón gigante, y un mini cine, además de una habitación con una cama que utilizaban cuando tenían sueño. Y eso sin contar el gran ventanal que daba paso a un bello jardín, con un sauce y un columpio colgando de una de sus ramas. 

Me sentó en el sofá y fue al baño a por el botiquín. Se arrodilló frente a mí y comenzó a curar delicadamente mis heridas.

-¿Por qué dejaste que te pegara y que te dijera esas cosas?

-No lo sé, tan solo me sentí débil.

-Pero, la última vez me respondiste e incluso me pegaste, ¿por qué no hiciste eso con ella?

-Porque ella ya sabía mi secreto, y mi secreto es mi debilidad.

-...

-...

-...

-A pesar de ser un chico rudo, estás siendo muy delicado conmigo.

-Cada vez que me peleaba, yo mismo tenía que curarme mis heridas. Como dijiste, no tengo a nadie que lo haga por mí. 

-La próxima vez, yo puedo hacerlo por ti. En agradecimiento por lo de hace un rato.

-No debes agradecerme nada. Yo soy el que está en deuda contigo. A partir de ahora te trataré mejor. Yo te protegeré de la gente como Seulmi.

-...

-Déjame hacerlo, por favor.

-¿Por qué?

-Porque quiero hacerlo. No quiero que estés sola, ya sufres demasiado, no hace falta que el sentimiento de soledad se sume a tu dolor. 

-...

-No quiero que lo sientas porque yo ya lo he sentido, y es algo que nadie debería experimentar.

-Estás siendo muy bueno conmigo... ¿De verdad no soy una molestia para ti?

-No.

-¿Por qué? ¿Por qué lo soy para todos menos para ti?

-Todos creen que soy una mala persona, incluso yo lo creo. Pero estar contigo, y hacer cosas por ti, me hace sentir bueno.

-¿Así que lo haces por remordimiento?

-No, lo hago porque odio ser así.

-¿Cómo?

-Malo. No te estoy utilizando como redención. Solo estoy pagando por mis errores y, si es posible, mejorar.

-Lo estás haciendo por ti mismo... Eso es bueno, Jin, muy bueno.