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[Taehee]

Ahora mismo me encontraba colocando mi piano en mi piso con Namjoon. Preferentemente habría hecho esto con Jin, pero me ha dicho que va a reunirse con un amigo que ha venido de visita desde Busan para tomar unas copas. 

Namjoon y yo terminamos de mover el piano justo en la esquina del salón. Suerte que en mi casa tengo pocos muebles, sino el piano no habría entrado en ninguna parte. 

-Por fin. Gracias por ayudarme Namu.

-No hay de qué.

-Ya es un poco tarde, ¿quieres quedarte a cenar?

-No si yo cocino.

-No te preocupes, no tendrás que cocinar, no quiero que mi casa se queme.

-Vamos Taehee, sabes que no soy tan torpe.

-Sí, sí lo eres. 

Con Namjoon todo era así. Podía estar riéndome horas con él, y también podemos hablar de cosas serias, contarnos nuestros problemas y aconsejarnos. En verdad éramos muy cercanos, y de verdad lo quiero como a un amigo, un mejor amigo.

Obviamente había cosas que no le contaba. No le he enseñado todas mis cicatrices, solo porque algunas están en lugares que solo Jin debería ver. Hay veces que prefiero hablar cosas con Namu más que con Jin, porque sé que Jin siempre me dará la razón en todo para que no me entristezca. Pero hay veces que no necesito eso, y necesito que me digan la verdad, por muy dura que sea esta. 

Después de cenar Namjoon y yo nos sentamos en el sofá a hablar, es nuestra actividad favorita.

-¿Cómo fue? ¿Fue cuidadoso? - preguntó.

-Sí, fue muy gentil. Obviamente dolió porque fue mi primera vez, pero no fue tan malo como esperaba.

-Supongo que todo está bien entonces, tenía miedo de que te hubiera dolido mucho.

-No para nada... ¿Y tú?

-¿Yo?

-Sí, ¿cómo fue tu primera vez?

-¿Estoy obligado a responder a esa pregunta?

-Por supuesto que lo estás.

-Mi primera vez... Fue cuando tenía 16 años. Recuerdo que era una chica que me gustaba. Estuvimos juntos durante bastante tiempo, pero luego me dejó por un chico universitario diciendo que "estaba buscando una relación más seria y madura".

-Lo siento Namu, debiste quererla mucho.

-En realidad no llegué a quererla, solo me gustaba. Cuando tienes 16 años todo el mundo te parece enorme, y llegué a confundir el amor con simple atracción. Pero parece que tú no cometiste el mismo error que yo. 

-¿...?

-Estás enamorada de Jin, se te ve en los ojos cuando lo miras.

-Namjoon, no digas esas cosas. Y... ¿te gusta alguien ahora?

-Ahora... - Namjoon dudó un poco en responder. - Ahora no me gusta nadie. Estoy disfrutando de mi soltería. 

(...)

A las pocas horas Namjoon se fue a su casa. Estaba decidida a irme a la cama ya que últimamente había dormido poco, pero en ese instante alguien picó a la puerta de mi casa.

Corrí hacia la entrada, y he de decir que estaba algo asustada, ya que no sabía quién querría verme a tan altas horas de la noche. Abrí solo un poco la puerta y me encontré a Jin, mojado por la tormenta que caía fuera. Abrí la puerta y tan rápido como la abrí Jin se lanzó a mis brazos, abrazándome como sino me hubiera visto en décadas. 

-Te he echado de menos... - dijo con voz triste y deprimida.

-Jin, ¿qué te pasa? ¿Por qué estás tan triste?

-Quiero estar contigo siempre... No me importa nada si estás a mi lado...

-Jin, Jin... Dime que es lo que te ocurre.

-Si alguien llega a arrebatarte de mí seré capaz de matarlo.

-Seokjin-ah, me estás preocupando.

-Voy a amarte más que nadie, así que no me dejes... - dijo lo último mirándome con los ojos llorosos.

-No te dejaré, no voy a dejarte.

-Tengo miedo de que lo hagas. Me has hecho dependiente de ti...

-No temas, voy a estar contigo. 

-Prométemelo.

-Lo prometo Jin, no voy a dejarte. 

Después de ver que mis palabras eran ciertas, colocó con lentitud sus labios sobre los míos. Besándome con dulzura me fue empujado por la habitación hasta llegar al piano, donde agarrándome de la cintura me elevó y me colocó haciendo que las teclas sonasen. 

Nos vimos a los ojos, y no conseguí descifrar su mirada; solo veía miedo, preocupación y... culpa.

-Jin, algo anda mal, dime qué es.

Dentro de mí, en mi corazón, sabía que había algo que lo preocupaba, estaba segura de que me estaba ocultando. Me estaba mintiendo. Pero en cierto modo le entendía, no todos somos iguales y no todos podemos expresar nuestros sentimientos fácilmente. 

Jin es una de las personas a las que le cuesta decir lo que siente, por eso me puse tan feliz cuando me dijo que me amaba. Fueron palabras sinceras, fueron palabras que vinieron de su corazón, y fueron tan poderosas que atravesaron el mío.

No quería presionarlo, pero de verdad necesitaba que me contara qué era lo que le preocupaba. Y es que cuando él está triste yo me pongo triste. Cuando él está feliz me contagia su sonrisa. Y cuando él me extrañe yo también lo voy a extrañar.

-Tranquila, nada anda mal, solo quédate conmigo.

Y volvió a besarme, con más fuerza y con más pasión. Y así fue como le dimos paso a una noche que parecía ser feliz, pero lo peor aún estaba por llegar.

HE IS BAD » KIM SEOKJIN «Donde viven las historias. Descúbrelo ahora