HE IS BAD » KIM SEOKJIN «

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[Taehee]

¿De verdad que iba a hacer esto? ¿Iba a ir al baile, con ese vestido, acompañada de los siete chicos más populares de la escuela? Yo creo que no. 

-Chicos, ¿por qué no vais entrando vosotros?

-¿Para que te escapes? - me respondió Jimin. - De eso ni hablar. Tú vas a venir al baile con nosotros. Y todo el mundo va a ver lo guapísima que estás. 

-No... Ahora no quiero entrar. No quiero que sepan que soy yo.

-Tranquila he venido preparado. - Jin sacó una máscara negra, perfecta para mi vestido y me la puso. - Sabía que te retractarías. Vi esto en la tienda, así que decidí comprarlo. 

-Gracias Jin. 

-Pareces la Cenicienta versión gótica. - dijo Jungkook.

-Gracias Jungkook, muy amable de tu parte. Pingüino con corbata. 

-¡Ya! - dijo Namjoon. - Suficiente. Vamos.

Y entre los siete, literalmente me empujaron dentro de la sala. El que sean mis amigos no me quitas alas ganas de matarlos en algunas ocasiones. 

Esperaba que nadie nos mirara, pero gracias al ruido que hacían, todos terminaron mirándonos. Aún cuando éramos el centro de atención intentamos actuar como si nada estuviera pasando. Oía todo tipo de comentarios: "¿Quién es la chica de la máscara?" "Su vestido es precioso" "¿Qué hace esa chica con ellos?" "Estoy celosa". Y eso no me ayudaba a calmar mis nervios. No habían pasado ni cinco minutos, y ya quería salir de allí. La gente se fue disipando, y por fin pude calmar mis nervios. 

Cada persona vivía su momento, y yo trataba de vivir el mío con calma. Trataba de hacerme a la idea de que estaba aquí con esas personas, sabiendo que algún idiota estaba mezclando el poche con vodka, y que al menos una pareja de alumnos los estaba haciendo el los baños. 

La sensación abrumadora de estar entre tanta multitud empezaba a hacer estragos en mi cuerpo. No me gustaba esto, pero quería, aunque fuera una vez, experimentar la vida de una adolescente normal. ¿Es mucho pedir el que quiera experimentar en mis años de instituto? 

-Baila conmigo.

Jin agarró mi mano y me empujó a la pista de baile.

-No, Jin. No sé bailar...

-Yo te enseño. Es muy fácil, solo tienes que dejarte llevar... - cogió ambos de mis brazos y los colocó sobre su hombros. - Pon las manos aquí, y deja que yo te guíe.

Agarró mi cintura entre sus dos manos, y comenzó a moverse lentamente. Bailamos durante tanto tiempo, aún cuando la canción no era lenta, ninguno quería separarse del otro, nos encontrábamos tan a gusto así.  

-Adoro esta canción. - interrumpí el agradable silencio.

-Así, Untitled Love Song, ¿verdad?

-Sí... Hace que me relaje, y me sienta flotando... La voz del cantante es tan dulce y... melódica.

-Tienes razón... Ya que este es nuestro primer baile, esta podría ser nuestra canción. ¿Qué te parece?

-Me gusta la idea... - ni siquiera nos estábamos mirando al hablar. Yo reposaba mi cabeza en su pecho, cerrando los ojos, sintiendo su corazón latir.

-Ya que esta noche eres la Cenicienta, ¿me dejas ser esta noche tu príncipe encantado? 

No quise responder, tan solo bajé la mirada de lo avergonzada que me sentía.

-¿Por qué no respondes?

-No quiero. Me da vergüenza. 

-Vamos, mírame. - con sus dedos cogió mi barbilla, y me obligó a alzar la mirada. - Es una pena que con esa máscara nadie pueda ver lo bella que eres en realidad. 

-Estoy bien así, no quiero llamar la atención.

-¿Qué tiene de malo que todos te miren cuando eres algo digno de admirar? 

-Por favor Jin, no soy nada digno de admirar. Soy una persona normal y simple.

-A veces, las cosas más fascinantes se encuentran ocultas en las más simples. Tú eres un ejemplo. Si no hubiera sido porque empezamos a conocernos, jamás hubiera sabido que tocabas el piano como una profesional, o que eres la persona más graciosa del mundo, o que simplemente eres tan maravillosa que me llegaste a gustar tanto. 

-...

-Quítate esa máscara que llevas años llevando, y muéstrame todo de ti, aunque sea ridículo y tonto, estoy seguro de que lo amaré... - Jin levantó las manos e intentó quitarme la máscara, pero coloqué las mías sobre las suyas...

-Quizás, esta princesa todavía no está lista para mostrarse tal y como es, o tal vez solo necesite un pequeño empujón, pero por lo menos ahora no se siente preparada. 

-Entonces, estaré esperando pacientemente a que mi princesa se sienta preparada.

-Alumnos, - se oyó la voz del director por los altavoces. - es hora de anunciar al rey y la reina del baile de esta noche.