HE IS BAD » KIM SEOKJIN «

· 10 ·

[Taehee]

Ya me había recuperado. Ese día había ido al instituto. Era la hora de comer, pero Jin me dijo que fuera a la habitación que tenían para ellos. Dijo que sería más cómodo si comíamos allí.

Todos hablaban de lo suyo. Estaba sentada entre Hoseok y Jin. Jin estaba hablando con Namjoon, y los demás también. Menos Hoseok, que permanecía callado, o más bien engullendo la comida. Pero por un momento pude apreciar la cara de Hoseok, estaba neutra, no mostraba sentimiento alguno. 

Le pasaba algo.

-Hoseok, ¿te pasa algo?

-Te he dicho que me puedes llamar Hobi. 

-Lo siento.

-¿Por qué te disculpas?

-¿No debería?

-Por supuesto que no. 

-...

-...

-¿Estás bien? Hace un momento te he visto algo decaído. 

-Tan solo pensaba en Taehyung. 

-¿Las cosas no van bien?

-Al contrario, estamos mejor que nunca. Es solo que Taehyung está un poco triste. Le dijo a sus padres que era gay y que estaba saliendo conmigo, no se enfadaron ni nada, pero no se lo tomaron muy bien que digamos.

-Si Taehyung es el que está triste, ¿por qué lo estás tu también?

-Porque lo quiero mucho.

-¿Eh? No te sigo.

-Parece que no sabes mucho a cerca de sentimientos humanos... Hay un punto en el que dos personas se quieren tanto, que pueden llegar a compartir el dolor. Si Taehyung está triste yo también lo estoy. Si Tae se enfada yo también me enfado. Y si Tae se siente agobiado yo también lo estoy. Y también en viceversa. Son sentimientos, no es algo que podamos controlar. ¿Nunca te has sentido de esa forma?

-La verdad es que no, nunca hubo nadie a quien quisiera tanto como para poder experimentarlo.

-Puede que esa persona está más cerca de lo que crees. - dijo Hoseok mientras miraba algo detrás de mí.

En cuanto me giré me encontré con Seokjin bastante incómodo.

-Jin, ¿qué estaba mirando Hoseok?

-No lo sé. - dijo agitando su camisa. - Hace mucho calor aquí, ¿no?

Tierno. Era tierno cuando estaba sonrojado.

-Gracias.

-¿Por qué?

-Por lo del otro día. Es agradable saber que puedo hablar contigo de esas cosas.

-Si, es bueno saberlo.

-Te juzgué mal.

-¿Mh?

-Sí, te juzgué mal. Pensé que eras un hipócrita inútil bueno para nada. Si me hubieras mostrado este lado de ti antes habríamos sido mejores amigos. Todo es culpa tuya, por ser un idiota.

-Lo que tú digas, Taehee...

Después de que la campana sonara me fui a clases, digo "me" porque a ellos les dio igual que sonara el timbre o no, se quedaron allí hablando y comiendo. Pero es lo que tiene tener padres ricos.

La clase de literatura fue tan aburrida como de costumbre. Nombres y fechas que memorizar, pero el único pensamiento fresco en mi mente era Jin sonrojado. Era tierno cuando sus cachetes si inflaban y sus labios y mejillas se ponían de rosa. 

Así pasé el resto de la mañana, con la mente absorta en cualquier parte del mundo menos donde debía estar, o sea en clase.

El timbre volvió a sonar y entonces me dispuse a recoger mis cosas. Puse mi mochila en mi hombro, y tan pronto como di un paso un tiró de mi mochila me hizo retroceder.

-¿A dónde crees que vas cuatro ojos?

Ni siquiera necesité girarme para saber de quien se trataba, aún así lo hice. Esa voz estridente, chirriante y chillona solo podía ser de una persona.

-¿Qué quieres Seulmi?

-Saber por qué no has hecho lo que te dije que hicieras.

-¿...?

-¿Por qué sigues cerca de Jin oppa?

-Porque es agradable.

-¿Cómo te atreves a responderme? Solo eres una huérfana depresiva. - dijo creyendo que me haría daño.

-Bien, ¿y? Al menos yo no utilizo el dinero de papi para operarme la nariz. Ni para comprarme bolsos de marca.

-¡Zorra!

-¿Yo? Pero si eres tú la que se folló al profesor de matemáticas el año pasado para aprobar la materia. 

-Tú---

-¿Yo qué? ¿Solo porque no tengo familia ni dinero te da derecho a ponerte sobre mí y humillarme cuando te plazca? No te voy a dar ese placer, querida. ¡A partir de ahora no quiero que me mires, toques o que siquiera respires el mismo aire que yo! Se acabó el dejarme humillar por los demás. La próxima vez que te acerques a mí con esas intenciones te juro que te romperé la nariz.

-¡Taehee! - gritó Jin desde la puerta. Se acercó hasta nosotras corriendo y se colocó a mi lado. - Venía a defenderte pero parece que puedes hacerlo tú sola. ¿Cuánto tiempo tuviste escondida a esa bestia?

-Solo el necesario.

-¡Oppa! - gritó Seulmi. - ¿Dejarás que me trate así?

-¡Claro que lo haré! Incluso disfruto mirando.

-¡Oppa!

-Seulmi entiéndelo ya, hemos roto, ya no estamos juntos, no te quiero. No trates a Taehee de esa manera nunca más, o dejaré que te rompa la nariz... Taehee, te llevo a casa.

-Vamos.