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[Taehee]

A menudo me vienen a la cabeza vagos recuerdos de mis padres. Todos juntos en el parque, comiendo en familia, en la playa o en un parque de atracciones. Pero no consigo verlos con claridad, son como sombras. En cambio, hay uno que recuerdo con mucha claridad.

Flashback:

Mi madre y mi padre habían discutido. No peleaban a menudo, lo normal en una pareja de jóvenes casados. Había oído gritar a mi madre, y había oído el golpe que mi padre dio contra la pared.

Después de un rato todos estábamos sentados a la mesa, cenando. Los dos estaban muy callados, ni siquiera se miraban. Hasta que crecí fue que no me di cuenta que los dos eran demasiado orgullosos, y los dos sabían que se habían equivocado al decirle esas cosas al otro. Pero en este caso, mi padre había hecho enfadar a mi madre. No sé como, pero mi madre terminó la discusión llorando.

Mi padre levantó la mirada y comenzó a hablar.

-Lo siento cariño, estaba...

Mientras tanto mi madre susurraba.

-Uno... dos... tres...

Contaba en bajo mientras bajaba sus dedos.

-Mami, ¿por qué cuentas las veces que papi te pide perdón? - pregunté.

-Cariño, cuando alguien te pide perdón, no siempre es de forma sincera. Para que una disculpa funcione, esa persona te tiene que pedir perdón 10 veces sinceramente, sino no vale.

Fin del flashback

No tengo ni idea de porqué eso acaba de venir a mi mente.

Puse toda mi atención en la clase de historia, o al menos lo intenté. Ahora todo el mundo sabía mi secreto, estaba segura de que todos me juzgarían. Ahora más que nunca, Jin sabía mi punto débil. Tendré que cambiar de instituto, si antes era un infierno, no quiero saber lo que será ahora.

La clase acabó y tan rápido como sonó el timbre salí disparada hacia la puerta, pero alguien me estaba esperando.

-Jin, quítate del medio, quiero pasar.

-Come conmigo y con los chicos.

-No.

-Vamos.

-¿En vuestra mesa?

-Claro, dónde si no?

-Allí me mirarán todos. Solo vosotros siete os sentáis allí, nunca dejáis que nadie más se siente.

-Pues tú serás la primera, andando.

Me agarró de la muñeca y me llevó a rastras hasta la puerta de la cafetería, allí fue donde lo frené. No quería entrar y que todos me vieran con el chico más guapo y más rico de todo el instituto.

-¿Qué pasa? ¿Por qué no quieres entrar? Eres una cobarde.

-¿Quién es una cobarde?

Orgullosa y con la mirada alta entré en la cafetería y Jin me siguió. Ambos hicimos tal ruido al abrir la puerta que conseguimos que todo el mundo nos mirara.

-Por esto no quería venir... - susurré para mí misma.

Jin volvió a agarrar mi muñeca y esta vez me arrastró a su mesa, me sentó y el se posicionó a mi lado. Sus amigos me miraron impacientes. Parecían ansiosos.

-Yo soy-- comenzó a hablar el de pelo naranja.

-Sí, tú eres Jimin, Park Jimin. El resto sois Namjoon, Yoongi, Hoseok, Taehyung y Jungkook.

-¿Te sabes nuestros nombres?

-Claro que me los sé. ¿Cómo no voy a saber vuestros nombres si lleváis haciéndome la vida imposible desde que entré a este maldito instituto?

Todos se quedaron callados, esto parecía un cementerio desolado. Jin rebuscó algo en su chaqueta, sacó un cigarrillo y un mechero. No tardó en oler a tabaco.

Le arranqué el cigarrillo de entre los labios y lo apagué metiéndolo en el vaso de agua de Jin.

-¡Eh! ¿Qué haces? - se quejó. Se levantó de la silla.

-Te dije que fumar es malo. Siéntate, me pones nerviosa moviéndote de aquí para allá.

Jin se sentó de nuevo en la silla y sus amigos volvieron a mirarme, solo que ahora con asombro.

-¿Y ahora qué miráis? - grité.

-Wow... - dijeron todos.

-Eres la única persona que conozco capaz de dominar a la bestia. - dijo Taehyung.

-¿La bestia?

-La bestia es el idiota que tienes al lado. - dijo Namjoon. - Jin siempre hace lo que quiere, menos contigo. Eso es nuevo, muy nuevo.

-Sí, a mí también me parece raro. Aunque no me extraña. Jin es más raro que un perro verde.

-Ya, dejad de hablar y comed - gritó Jin - Y tú, - me señaló - tengo que hablar contigo. Vámonos.

Me agarró de la muñeca otra vez, y yo le pegué para que me soltara.

-Deja de cogerme de la muñeca sé andar sola.

(...)

Los minutos pasaban y Jin no decía nada. Me había traído al patio, debajo de un bonito sauce donde había sombra y podíamos resguardarnos del sol.

-Habla. - dije.

-Yo quiero... pedirte disculpas. Por todo lo que he hecho.

-...

-Lo siento. ¿Me has perdonado ya?

-¿De verdad? ¿En serio creías que te perdonaría todos estos años de malos tratos solo por oírte decir las palabras "lo siento"? Siento mucho informarte, Kim Seokjin, que necesitarás mucho más que eso para ganarte mi perdón.

Me di la vuelta dispuesta a volver a la cafetería, Jin me había arrastrado aquí sin dejarme comer nada.

-¿Cómo que?

-Piensa eso tú solito.


Uno...

HE IS BAD » KIM SEOKJIN «Donde viven las historias. Descúbrelo ahora