Capitulo 14

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Finalmente me lo había pedido y de una forma tan linda que no podía ser verdad. La felicidad corría por mis venas y tenía su nombre, Finn.

El sábado paseamos por los lugares de Liverpool que no habíamos visto, museos, parques, el rio. Muchos lugares. A la noche Finn me dijo que me vistiera elegante ya que iríamos a cenar a un lugar importante y luego a una fiesta igual de elegante, era raro que él quisiera ir a algún lugar así, pero no lo cuestione. Al parecer Zoe sabía de dicho plan porque entre mis ropas se encontraba un vestido que había comprado hace poco porque me pareció hermoso. Era negro hasta la cintura, luego caía con seda en degrade el negro a violeta, rosa y luego un tono de blanco. No sabía si iría bien con el lugar que iríamos pero si Zoe lo puso entre mis cosas fue por algo.

Me termine de preparar en la habitación mientras Finn se preparaba en el baño. Cuando salió lo vi, se había puesto un traje negro, camisa blanca y moño. Estaba deslumbrante. Él me miro y sus ojos se abrieron como si hubiera visto un fantasma, inmediatamente pensé en mi vestido.

-Que pasa? –le pregunte preocupándome de lo que llevaba no era acorde a lo que esperaba-

-Estas… Hermosa. Simplemente perfecta –un suspiro de alivio se escapó de mí.-

-Tu no estás nada mal tampoco –me acerque a él para acomodarle el moño de su traje.- De todos modos –cambie de tema- a donde vamos? –pregunté.

-Hay algo que debo decirte –su expresión cambio a totalmente seria.- ven –señalo el sillón para que ambos tomáramos asiento. Eso hicimos.- Recuerdas que a mí no me ofrecieron trabajo en Filmmakers con Jack? –No conteste, solo asentí.- Bueno días después de la cena de celebración la gente de Skype que nos apoyo para el proyecto “Following heart” nos llamo a ambos para que sigamos trabajando con ellos, Jack lo rechazo debido a que su contrato no lo deja, pero yo me reuní con ellos y acepte el trabajo como principal editor y diseñador grafico. Soy parte oficial de los proyectos documentales de Skype y la fiesta a la que iremos es por eso.

-Eso es… asombroso –lo abrace rápidamente.- Felicidades.

-Sí lo es. Gracias Em –susurro en mi oído.

La cena fue solo para nosotros dos en un elegante restaurant, nunca había estado en algún lugar así. Nuestra mesa se ubicaba en la terraza, solo había una mesa en el lugar. Comimos, tomamos champagne, hablamos de muchas cosas; ninguna relevante. De fondo sonaba una música lenta que Finn me invito a bailar. No era la primera vez que bailábamos juntos pero se sentía como la más especial de las veces, de esos momentos que se hacen eternos.

-Te quiero Emma. Con la clase de cariño que nace de lo más sincero de uno.

Lo mire a los ojos y lo momento después lo bese tratando de alargar nuestro pequeño momento eterno.

Alrededor de las 22 horas Finn me llevo a la fiesta, era en un gran salón con mucha gente, mujeres y hombres de varias edades, la mayoría usaban vestidos largos, los hombres en esmóquines de distintos colores. Conocí a quienes serian compañeros de Finn en su nuevo trabajo, Steve Booker, Matt Miszczak y Tim compañero de los gemelos en su anterior proyecto con Skype. Prácticamente era como lo que haría Jack pero dedicado a lo que pasa a través de Skype.

Estaba bailando con Finn en un gran salón con muchas parejas bailando como nosotros.

-Me siento muy feliz por ti Finn, en serio.

-Y yo me siento feliz. Creo que por fin estoy haciendo algo por mi Emma. Algo que quiero y sin tener a Jack a mi lado. Últimamente esta más raro que nunca, se enoja si quiera si respiro.

-Eso es raro en él. Ya se le pasara. No te preocupes –Finn asintió. No hablamos más de eso, seguimos bailando toda la noche, mi cabeza descansaba en su hombro mientras nos movíamos lentamente al son de la música.

-Que te parece si nos vamos de aquí? –me dijo al finalizar una canción, mientras comenzaba otra segundos después.- Mucha elegancia y refinación por una noche.

Me reí de sus palabras, tenía razón, me gustaba pero ya era demasiado por mucho tiempo.

-Es la mejor idea que he escuchado en toda la noche –él rio.

Nos despedimos de algunas personas y nos fuimos fuera del lugar, a un parque que estaba cerca del salón. Había varios juegos para niños pero estaba todo vacio. No lo dude y me subí a un columpio, desde pequeña siempre me habían gustado.  Desde que mis padres me llevaban al parque que estaba cerca de nuestra casa, con mucho césped verde podado. Luego cuando era más grande e iba con mis amigos a pasar la tarde allí o años más tarde que llevábamos a Will y Kevin a que se diviertan con otros niños. Oh dios como los extrañaba. No podía esperar a verlos dentro de unos días.

-Te ves adorable allí y mas vestida así –Finn se sentó en el columpio que estaba a mi lado derecho.- en que pensabas?

-En casa –sacudí mi cabeza para volver al presente y lo mire- es decir en casa con mis padres. –él asintió-

-Falta poco para verlos de nuevo –me tomo la mano, lo mire y asentí algo nostálgica.

-Has algo útil y empújame –empecé a hamacarme suavemente con los pies esperando a que Finn se pusiera atrás mío y empujara por mi espalda.

Estuvimos un rato así, solos en el parque, riendo de cosas sin sentido. Simplemente disfrutando el uno del otro. Luego de empujarme un rato Finn se volvió a sentar en su columpio, me senté en sus piernas, me abrazo por la cintura para que no me cayera. De columpiarnos suavemente pasamos a besarnos como si el mundo fuera a acabarse. Con la clase de desesperación que no se sacia con un simple beso. Esa desesperación que necesita algo más para calmarse.

-Y… si nos… vamos? –dijo Finn entre besos. Comenzó a besar mi cuello – que dices?

-Digo que –me costaba hablar, sus besos me distraían tremendamente.- te tardaste mucho en proponer eso.

Volvimos a por el auto y nos fuimos al hotel. Mi necesidad de Finn todavía no estaba saciada y al parecer la de él por mí tampoco ya que en el momento que entramos en el ascensor volvió a besarme con desesperación. Llegamos a nuestra habitación entre besos y tropiezos a causa de lo anterior, entre risas y torpezas al tratar de abrir la puerta. Entramos todavía besándonos, Finn pateo la puerta con su pie para cerrarla. Agarro mi cara entre sus manos para hacer el beso más profundo, su lengua recorría como experta mi boca. De repente los abrigos que teníamos fueron desapareciendo y nos acercábamos cada vez más a la cama. Los zapatos fue lo siguiente que desapareció por algún lado. Ayude a Finn a sacarse la camisa, por un momento admire su torso desnudo ante mí y sentí la gran necesidad de abrazarlo de tenerlo junto a mí, lo hice. Lo abrace, quizás rompí un poco el clima lujurioso que se había creado pero lo necesitaba, Finn no se quejo, me abrazo de igual manera. Acariciando mi espalda llego al cierre del vestido que deslizo hacia abajo suavemente.

-Haremos esto? Estas segura? –hablo en mi oído suavemente.

-Contigo siempre estoy segura.

Como si eso hubiera sido una especie de palabra mágica Finn continuo con su accionar. Me saco lentamente mi vestido, me quede solo con mi ropa interior frente a él. Él se saco su pantalón y quedo en ropa interior también para cuando llegamos al pie de la cama. Me miro a los ojos durante unos segundos antes de besarme y acostarme bajo él. Nuestras últimas ropas finalmente se habían ido. Me sentía un poco extraña al estar desnuda por primera vez frente a él pero ese sentimiento se fue en seguida porque Finn se encargo de hacerme sentir bien y segura con sus besos.

-Emma? –pregunto cuando todo estaba a punto de suceder finalmente.

-Si? –Lo mire a los ojos-

-Te quiero.

Veranos en Londres.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora