Capitulo 21

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Nos habíamos besado y por dios que sus labios sobre los míos sabían a gloria. Pero de nuevo todo debía terminar, habíamos quedado que eso era lo único que pasaría entre nosotros porque no podría permitirme hacerle tal cosa a Finn. Jack tenía que aceptar mí decisión.

Hace más de una semana nos encontrábamos en Francia, ya era martes una fecha especial para mí. Se cumplía un mes de que Finn me había pedido ser su novia. Lastimosamente seguíamos sin hablar, todavía se hallaba en Grecia a punto de terminar la filmación. Me entere por Rebecca, su madre. Era aun la mañana del martes, me desperté temprano. El insomnio había regresado y esta vez su causa fue estar esperando aunque sea un mensaje de felicidades.

Hablaba con Zoe por Skype mientras ambas desayunábamos, Londres tenía una hora menos que Cannes (donde nos encontrábamos ahora).

-Entonces sigues sin hablar con Finn? –dijo Zoe a través de la pantalla.

-Exacto

-Y has besado a Jack

-Ya lo has dicho antes–la regañe.

-Lo lamento. Volviendo a Finn ni siquiera un mensaje te ha estado mandando?

-Bueno de hecho estos últimos dos días me ha estado mandando mensajes de “Buenos días” y “Buenas noches” pero no mucho mas que eso.

-Es un avance entonces.

-Zoe ni Finn ni yo somos niños ya, hace un mes que me ha pedido ser su novia, le he dicho que si. No creo que tengamos edad de andar comportándonos así. –Dije mientras tomaba mi jugo de naranja-

-Lo sé tienes razón. Le has dicho que estas en Francia?

-No aun, quisiera suponer que ya lo sabe. Es decir tenemos prácticamente todos los mismos amigos, alguno tendría que haberle dicho “Hey así que Emma esta en Francia”.

-Tendrían que decirle “Hey así que Emma esta en Francia con tu gemelo quien está enamorado de ella”. Quizás con eso reaccionaria y haría algo al respecto –se burlo.

-Posiblemente haría algo, solo por el hecho de desafiar a Jack.-solté con algo de frustración.- Zoe debo irme en un rato salimos hacia la Isla de Re y luego volveremos a Londres.

-Suerte Em. Te veo de vuelta en casa.

-Saluda a todos de mi parte. –cerré la conversación y la computadora.

En un mes habían pasado mil cosas, el verano casi acababa. Definitivamente fue el verano de mi vida. Quien hubiera pensado que pasaría de estar en casa todas las noches con mi computadora leyendo las fanfics que escribía Jennifer sobre sus (también míos) youtubers favoritos. Recuerdo haberme enamorado una vez de Joe Sugg gracias a una de sus fanfics, impensable ahora ya que era uno de mis mejores amigos junto con su compañero de piso Caspar. Y meses más tarde cumplir mi sueño de subirme a un avión con destino a Londres, ni siquiera ahí hubiera pensado que conocería a quienes habían alegrado tantos días y noches. Conocer a personas que admiras es un sentimiento inigualable, lo es más si luego esas personas se convierten en tus amistades, era algo increíble, me alegraba día a día de haber hecho ese viaje a Londres. También debía remarcar que por más problemas y confusión que hayan causado lo que más me alegraba era haber conocido a los Harries, a todos ellos. Deseaba tenerlos en mi vida por siempre de alguna manera u otra. Lo que hubiera sido un viaje de tres meses estaría por acabar sin embargo como si esos tres meses se convirtieran en tres deseos y el último de esos deseos sea pedir más meses allí se volviera realidad. De hecho se volvió realidad. Ahora vivía en Londres.

Mi vida en Europa recién comenzaba, me esperaban más viajes, más momentos compartidos con mis amigos y lo que más quería en esos momentos, me esperaba más Finn.

Veranos en Londres.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora