Un poco más de un año y medio pasaron desde que deje Londres, desde que abandone todo una mañana de invierno. Alemania me había recibido con nuevos ánimos, nuevas personas por conocer. Este hecho claramente no quiere decir que le haya dicho adiós a todos en Londres, para nada, las personas allí eran demasiado importantes para mí, durante este tiempo seguimos hablando. Han venido a visitarme quedándose algunos días incluso semanas conmigo, por el lado contrario yo no había pisado el suelo de Londres desde esa mañana. No me sentía preparada aun, luego de tanto tiempo no me sentía preparada para volver y enfrentar todo lo que ocurrió allí.
Jack y Finn continuaban en conflicto aunque más relajados, volvieron a trabajar juntos por Jacksgap sin embargo su relación se abstenía solo al trabajo. El único momento en que los había visto fue en la vid con de junio durante mi primer año lejos, ellos seguían enojados, distanciados el uno del otro. Hable muy poco con ellos, trate de evitar sus preguntas y los ruegos sobre todo de Jack para que volviera a Londres, para que volviera a él.
No mantengo contacto con ninguno en estos momentos, lo que sé sobre ellos es gracias a mis amigos. Ambos están solteros, Jack lo está desde que me fui, Finn había estado con Nicole durante meses, largos meses, creo que hasta llegaron a cumplir un año juntos, no es que sea de mi incumbencia claro pero a Zoe le encantaba hablarme de ellos.
En estos años había viajado a muchos países, volví a casa para los cumpleaños de mis padres, hermanos y los de mis amigos, ellos habían venido a verme también en mi cumpleaños en octubre. Mis padres me han apoyado en mi tiempo en Alemania, me comprendían más que nadie y les encantaba que me encontrase bien aquí. La verdad es que me sentía genial, como si una etapa se hubiera superado totalmente bueno en realidad no totalmente, tenía sueños recurrentes donde me veía con alguno de los gemelos de vuelta en Londres. Algunas noches era Jack otras era Finn. Sin embargo la mayoría de las noches cuando me despertaba sobre exaltada ninguno estaba a mi lado.
A mi lado la mayoría de las noches se encontraba Erik Eisenberg, la persona que se encargo de hacerme feliz durante el último año. Erik era mi novio desde ya más de ocho meses, sabía por todo lo que había pasado en Londres, le conté sobre los gemelos y como ellos seguían repercutiendo en mi vida, en mis sueños. Era comprensivo sobre eso porque entendía perfectamente que ahora me encontraba con él, que ni siquiera mantenía contacto ni con Jack ni con Finn, eso le daba la confianza que hacía que nuestra relación funcionara. La confianza que Finn no tuvo, lo que nos había llevado a la paranoia.
-En que tanto piensas? –Erik rodeo mi cintura por detrás y beso mi cabello. Me había quedado absorta en mis pensamientos mientras lavaba los cubiertos de la cena.
-En Londres –me di vuelta para mirarlo.
-Extrañas cierto? –no parecía sorprendido.
-Por supuesto, toda mi vida lo que siempre quise fue ir a Londres sin embargo cuando lo logre resulto ser lo contrario de lo que pensé que sería. No digo que no haya disfrutado mi tiempo allí, fue de lo mejor mientras duro pero debía irme.
-Y aquí estas, un año y medio después en Múnich con tu nuevo novio mientras extrañas tu viejo hogar y a tus viejos amores. –sonrió y entonces me di cuenta de lo bien que me hacía.
-Nunca los nombre a ellos –me reí con él.
-No puedes negar que no has pensado en ellos amor y está bien, incluso después de este año entiendo porque sigues pensando en ellos, han sido una parte importante de tu vida.
-Eres genial lo sabes? –bese su mejilla.
-Lo sé –sonrió ampliamente y me besó.
Erik era de esas personas tan comprensivas. Lo conocí en la biblioteca un día buscando con que entretenerme durante mis primeras semanas, él estaba estudiando para un examen que tendría pronto, uno de los últimos de su carrera de Literatura. Se acerco a mi mientras revisaba las estanterías y me recomendó leer el poema "Himnos de la noche" de Friedrich Leopold von Hardenberg conocido como Novalis, un poeta Alemán del siglo XIX. Desde ese día concurría seguido a la biblioteca, esperando verlo y así lo hacía. Erik me recomendaba libro tras libro, poemas, autores sin embargo tardamos varias semanas en presentarnos formalmente, desde entonces creamos lazos primero de conocidos, luego una amistad que más tarde se transformo en mutua atracción, unos meses después formamos una relación que al principio no me convencía pues mi corazón continuaba perteneciendo a unos gemelos en Londres y me parecía muy repentino involucrarme en una nueva relación a pesar de mi negación Erik no desistió a demostrarme que podía hacerme cambiar de opinión sobre eso, que él estaría allí para mí en todo lo que necesitara.
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Veranos en Londres.
FanfictionEmma es una chica latina que siempre soñó con viajar, ver el mundo y sobre todo ir a la preciosa ciudad de Londres, Reino Unido. Ama todo de ese país, su cultura, su gente. El día de su cumpleaños número 21 su familia la sorprende con un regalo que...