Mushroom Kingdom Middle School

Sufrimiento en el último día de clases

Temporada IV: Capítulo XXVIII

Tan rápido había pasado el tiempo y hoy por fin era el último día de clases de la secundaria MK, tal vez para algunos alumnos iba a ser el mejor día pero para Peach y Mario... el peor día.

Ellos sabían a la perfección que iban a tomar caminos diferentes: él y su hermano se iban a quedar en Nueva York mientras que Peach se iría con Daisy y tal vez Rosalina en aquel lujurioso internado que se ubica en el reino Flowerland. Y de esto ya lo habían hablado y en algo ambos coinciden por más doloroso que sonara, sí iban a tomar caminos diferentes tenían que terminar lo tan llamado relación sentimental.

Faltaba pocos minutos para timbrar la salida, muchos estudiantes se encontraban tan emocionados para salir y tirar sus apuntes a un bote de basura o quemarlos con un encendedor, lo que sea para deshacerse de esas horripilantes actividades y tareas que han estado acumulando a lo largo del ciclo escolar. En cambio Peach no quería que este día se acabara... pues ya sabía lo que tenía que pasar.

En fin sus deseos de parar el tiempo lógicamente no pueden ser concebidos y timbró. Sus compañeros saltaron de la alegría y se fueron corriendo de su salón, aunque el profesor que les impartió la última clase no les dio la orden. De todas formas suspiró y guardó sus cosas para después retirarse del salón, sin percatarse de que dos alumnos se habían quedado en el aula.

Ambos se veían fijamente y a diferencia de los otros días, sus miradas lucían tristeza. Sabían que este día estaba por llegar, por eso no querían que sucediera algo más entre ellos. ¿Pero qué se podía hacer? Lo hecho ya está y no había vuelta atrás de regresar los sentimientos encontrados.

—Mario... — La princesa Toadstool se acercó lentamente hacia él — tenemos que hablar.

—Sí, lo sé... — Mario comentó en un tono entristecido y agachó su cabeza — sabía que en este día tenemos que terminar.

—La verdad no quería que pasara algún día pero... tenía que pasar de todas formas. — Lágrimas brotaban de sus ojos azules — Por más que quisiera no tener que estudiar en ese internado... tengo que hacerlo porque tengo que estudiar para salir adelante-

—Y yo tendré que irme a Nueva York probablemente el resto de mi vida...

—Lo sé, siento mucho si alguna vez te hice sentir mal. — Comentó la rubia con culpa y reposó su mano en el hombro de Mario.

—Al contrario, este corto tiempo que tuvimos juntos me hiciste sentir el chico más feliz... solo que también esto... ¡esto es tan decepcionante! De haberte notado desde un inicio hubiera disfrutado más este tiempo, agh, cómo quisiera regresar el tiempo... de recapitular aquellos momentos.

—Yo también quisiera eso — Dijo con una voz seria y se recarga en su hombro —, pero lamentablemente el tiempo no se puede regresar y tenemos que seguir con nuestras vidas.

—Sí...

Ambos se quedaron en silencio por un par de minutos, mientras se abrazaban mutuamente. Lágrimas brotaban de sus ojos, era inevitable el sentirse mal porque no se sabe qué pasará más adelante cuando ambos tomen caminos distintos.

—Tal vez no podamos seguir con esto, ¿pero aún puedo conservar tu amistad? — Mario preguntó con un tono de esperanza mientras la abrazaba.

—Oh, por supuesto... — La rubia respondió con una sonrisa y se separa de él para verlo directamente a sus ojos.

Mario le dio un beso en la frente a su ahora amiga, aún sentía un dolor en su pecho el tener que decir adiós a la experiencia más linda que ha vivido en toda su vida, pero a la vez se sentía contento porque mantuvo en muy buenos términos con Peach.