Mushroom Kingdom Middle School

Infidelidad

Temporada III: Capítulo V

Todos los alumnos de la secundaria se encontraban en receso; el trío de princesas estaban teniendo una conversación mientras caminaban alrededor del jardín de la secundaria.

—Por cierto chicas, ¿cómo se la han pasado en la obra? ¿Todo bien? — Peach preguntó con cierta intriga.

—Meh, algo bien, digamos que me aprendí las líneas pero al momento del ensayo se me olvidó una parte y por lo tanto el profe me bajó un punto. — La princesa Daisy respondió con cierto coraje — ¡Y para recuperar el punto quiere que le escriba a mano todas mis líneas en la próxima clase! ¿Tú crees?

—Ay, que fastidio... — Peach comentó de vuelta — ¿Y tú cómo vas, Rosie?

—Yo voy bien, por el momento no me han bajado ningún punto. — Rosalina dijo con una sonrisa.

—Repito, la suerte de ser la suplente. — Daisy dijo entre susurros.

Las tres princesas siguieron conversando, pero de otro tema. Caminaban y caminaban hasta que hubo algo que les llamó la atención.

Era una compañera de su salón, precisamente de nuevo ingreso. No era Charlotte, era Mona, aunque las tres no recordaban con exactitud su nombre.

Usualmente a esa chica se le ve en todo los recesos jugando con unos dos chicos de otro salón, sin embargo por esta ocasión estaban completamente sola.

—Vaya, esa chica está sola, que deprimente. — Rosalina dijo al ver la chica — ¿Y qué no está en nuestro salón?

—¡Si! ¡De hecho es la chica becada, la que le gusta los deportes! — Daisy dijo en respuesta al mantener su mirada en ella — Mi memoria es tan mala que aún no logro recordar su nombre.

—¿Y por qué no mejor vamos con ella para introducirnos formalmente? Igual, no nos vendría nada mal ser un grupo de cuatro, ¿no creen? — Peach sugirió con una sonrisa — ¡Anda, vamos!

Daisy y Rosalina se quedaron viendo entre sí un par de segundos para luego perseguir a la mayor del trío.

Las tres princesas se dirigieron hacia donde estaba Mona, quien tranquilamente estaba comiendo de su emparedado, hasta que llegaron.

—¡Hola! — Peach tomó la iniciativa en hablar, con la misma sonrisa que la caracterizaba de ser una joven alegre — ¿Tú debes de ser...?

—Umhn, s-soy Mona. — Respondió un poco apenada y se traga el pedazo de emparedado que estaba masticando. Rápidamente toma una servilleta y se limpia las sobras que estaban en su boca — Un gusto.

—Lamento por interrumpirte en tu hora de comida... solamente queríamos ver cómo andabas. — Daisy dijo algo apenada también — Y bueno, perdona el descortés de no introducirme, soy Daisy Sarasa.

—Encantada de conocerte, Daisy. — Mona dijo con una ligera sonrisa y toma la mano de Daisy para después sacudirla con firmeza — Tú debes de ser la novia de Mario, el chico gordito, ¿no es así?

—Chico gordito, ¡Ja ja ja ja! — Pensó Rosalina intentando no reírse, aunque su sonrisa era muy evidente.

—¡Ja ja ja ja, claro que lo soy! ¿Conoces a Mario? — La princesa Daisy preguntó un tanto impresionada.

—Bueno digamos que conocía tanto a Mario como su hermano Luigi ya que estuve en elementary school con ellos y éramos prácticamente vecinos hasta que ellos se mudaron a otra colonia. — Mona respondió un tanto tranquila — Pero parece que el destino me hizo una jugada y me volví a reencontrar con ellos, además de que me mudé recientemente con mis padres y resulta que ahí viven ellos.