Imperfecto [Disponible En Físico] |JungHope| ♡

Capítulo 37

─ Lamento no haber podido preparar algo mejor. ─ Dijo Jungkook bajando a su Omega frente a la entrada de una cabaña en la playa.

Sólo les había tomado unas horas llegar, distinto a la playa super lejana a la que fueron para que Hoseok pudiera viajar en avión. Esta pequeña playa quedaba a cinco horas saliendo de la ciudad, por lo que habían llegado de noche.

Claro, Jungkook no había podido sorprender tanto a Hoseok, ya que éste escuchó el mar a la distancia y comenzó a emocionarse a medio camino.

─ ¿Bromeas? Es la mejor sorpresa. ─ Dijo el pequeño pelirrojo alcanzando con su mano el llavín de la puerta mientras se sentía sonrojar.

Tomó una profunda respiración sintiéndose algo nervioso y Jungkook solamente lo observaba, sintiendo todo a través de la marca. Se sonrió porque él mismo también estaba nervioso pero estaba controlando a su lobo muy bien.

Hoseok abrió la puerta y entró notando un camino de rosas.

─ Te pusiste muy romantico. ─ Se quejó llevando sus almohadillas a sus mejillas que estaban ya demasiado coloradas y no podía borrar su sonrisa.

─ Bueno, es que nunca pude cortejarte correctamente. ─ Le dijo Jungkook mordiendo su labio luego de decir aquello, tenía ganas de tomar a Hoseok y llevarlo al cuarto de un sólo, pero debía dejar a su Omega ver todo por sí mismo.

Hoseok se quitó los zapatos y los calcetines lanzándolos hacia atrás, casi golpeando a su Alfa con uno. Jungkook comenzó a reír.

─ ¿Qué haces? ─ Le preguntó aún entre risas.

─ Nunca he caminando sobre pétalos. ─ Le dijo Hoseok sin voltearse. ─ Así se hace, ¿No?

─ Puedes hacerlo como quieras. ─ Dijo Jungkook agachándose para quitar sus propios zapatos y calcetines.

El Omega avanzó con una sonrisa mientras sentía con sus pies los helados pétalos que guiaban el camino. Jungkook pensó que debía guardar esa imagen en su memoria para siempre, porque Hoseok se miraba hermoso, su cabello rojo combinaba perfectamente con las rosas y sabía que estaba sonrojado, pero sólo podía imaginarlo porque el Omega aún no se dejaba ver.

La cabaña era de madera y el piso era de madera pulida. Tenía un toque antiguo que hacía parecer todo más hogareño y cómodo. Los muebles eran de colores cálidos, todos combinaban y a pesar de tener un estilo antiguo, estaba muy bien equipada de lujos.

Hoseok llegó a la puerta de la habitación y se tapó el rostro al ver la cama llena de más pétalos y las luces que iluminaban tenuemente. Suspiró y volvió a ver. Sus orejitas estaban bien paraditas escuchando el sonido del mar perfectamente, todo era perfecto.

Finalmente se atrevió a voltear a ver a su Alfa, estaba demasiado abrumado por todas las emociones de felicidad y amor, por lo que las lágrimas comenzaron a caer.

Jungkook caminó hacia él tomándolo entre sus brazos para cargarlo hacia adentro.

─ ¿Cómo me puedes decir que no pudiste preparar algo mejor? ─ Preguntó Hoseok dejándose llevar y con pequeños sollozos.

─ Es porque mereces esto y mucho más, Hoseok.

El Omega escondió su rostros en el cuello del Alfa hasta que este lo dejó sobre los pétalos en la cama. Jungkook realmente sentía que debía llevar a su Omega a la luna y regalarle todas las estrellas, pero tendría que esperar a que la ciencia avanzara un poco más para eso. Acarició la mejilla de Hoseok y luego subió a su orejita derecha.

─ Esta levantada. ─ Le dijo. ─ ¿No te duele? ─ Preguntó algo preocupado.

─ No tanto, desde que escuché el mar logré levantarla para escuchar mejor. ─ Dijo el pelirrojo.