We Collapse [completa]

Capítulo 26

Un mes después
Me acerco al parqueadero tratando de ignorar a todos los chicos que están a mi alrededor, hoy hay un partido muy importante así que todos tienen la cara pintada y megáfonos; he estado escuchando gritos desde que llegue esta mañana. Cruzo hacia la derecha antes de llegar al parqueadero y me siento en el césped verde a esperar mi acompañante. Él no tarda en llegar, se sienta a mi lado y me da una sonrisa.

—¿Qué tal tu día? —pregunta recostándose en el césped, lo imito quedando boca arriba. El cielo esta azul, aunque casi no es visible por la cantidad de nubes a su alrededor.

—Estuvo bien —digo devolviéndole la sonrisa.

—¿A cuál clase entraste?

—A medicina —comento colocando mis brazos en mi estómago —Había un chico que no me dejaba de mirar.

Mike se gira hacia mí, por suerte este lugar es poco conocido, ver esta escena dejaría mucho a la imaginación; de igual forma la mayoría de los estudiantes está en la cafetería, es hora del almuerzo.

—¿Quién? —pregunta retirando un mechón de mi cabello.

—No lo sé, pero creo que gusta de mí —sonrío mirando al cielo y encogiéndome de hombros

—No gusta de ti —dice riendo.

—Eso no parecía, el profesor le preguntó algo y estaba tan distraído conmigo que no supo qué contestar.

—Él estaba mirando a Liam.

—Neh, ¿Por qué no admites que te gusto? —pregunto bromeando.

—No me gustas... Ni siquiera sabía que estabas en la clase.

—Tampoco sabías de esta carta —digo pasándole un pequeño papel, es el mismo que me envió con Zedd en media clase para distraerme.

"Hoy te ves muy linda. ¿Nuevo shampoo?" Mike.

Él lee la carta y empieza a reírse conmigo, lo golpeo en el hombro intentando regañarlo.

—Si vas a entrar a mi clase, no me distraigas.

—Quería verte sonrojada —continúa riendo —Y lo logré —lo empujo.

Durante estas últimas semanas Mike se ha convertido en lo más cercano que tengo en la universidad y al parecer en mi vida. Siempre estamos juntos; después de clase salimos a ver películas o comer en restaurantes, pero siempre estamos riendo o haciendo bromas entre nosotros.

Casi puedo decir que es el mejor amigo del mundo.

—¿Iras al partido? —me pregunta conteniendo su risa.

—Neh, ¿iras tú?

—Sí y tú me acompañarás —me dice mirando el reloj, siempre nos sentamos en la hora del almuerzo, pero diez minutos antes corremos a la cafetería a comer algo. Nos gusta estar en el césped y muchas veces los chicos se nos unen.