We Collapse [completa]

Capítulo 11

Me duele la cabeza, pero eso es normal después de una fiesta, lo que no es normal es no poder recordar tu nombre. ¿Cuál es mi nombre? Me levanto de la cama forzando mis ojos a abrirse, todo da vueltas, giro mi cuerpo y vomito en el piso todo lo que puedo. ¿Qué rayos comí? Quito la sábana de mi cuerpo, pero al hacerlo me arrepiento y vuelvo a taparme. ¿Dónde está mi ropa? Maldición. Tengo puesta una camisa grande que solo me cubre una parte de mis muslos, miro a mi alrededor sin poder reconocer nada, un chico entra a la habitación sonriendo y se detiene al mirarme.

—¡Estás viva! —Supongo —¡Mike! Ya se levantó —grita, tapó mis oídos con mis manos y me recuesto de nuevo en la cama. ¿Por qué siempre me levanta con gritos?

Mike llega corriendo hacia la habitación, entra y coloca una cara disgustada.

—Huele a vómito.

Lo miro directamente y señaló al piso, sintiéndome apenada, la mirada de los dos chicos se dirige hacia el lugar y los dos muestran su mejor mueca.

—Qué bueno que es tu habitación —le dice Zedd golpeando su pecho.

—¿Cómo estás? —pregunta Mike irritado, sin embargo, lo intenta ocultar.

—No siento mi cuerpo —le digo agitando mis manos al aire, me siento muy mal y tengo tanto cansancio que puedo volver a dormir en cinco segundos —Tengo mucho sueño —comento acomodándome en la cama.

—Son las doce y media —dice Zedd —¿Meg?

Meg ¡Si!... Ese es mi nombre.

—Quiero continuar durmiendo —le digo. Mike le pide a su amigo que busque algo para limpiar y luego se acerca a mí, se sienta en el bordillo de la cama sin pisar mi vómito y me mira.

—¿Recuerdas algo? —cuestiona.

—Recuerdo estar muerta...

Él ríe sin ánimo —Hablo en serio, Steve.

Sonrió de lado recordando la conversación de anoche —Solo recuerdo estar en la fiesta, baile y ... ¿Me besaste? —tocó mis labios de repente.

—No —Mike niega rápidamente.

—Entonces solo recuerdo bailar —me encojo de hombros —Tome mucho.

—Sí.

—¿Por qué me trajiste acá? Liam debe estar preocupado —digo tapándome hasta el cuello con la sábana —¿Dónde está mi ropa? Y ¿Quién me cambio?

—No estabas muy consciente así que deducimos que tú a hermano no le gustaría verte así, le enviamos un mensaje de tu celular avisándole que te quedaste a dormir —asiento esperando que continúe hablando —Jess te cambió.

Sonrió agradecida y vuelvo a acomodarme en la cama —Quiero dormir.

—Será lo mejor, lavaré este piso y cuando te levantes, te llevaré a casa.