We Collapse [completa]

Capítulo 16

Toda la mañana estuve en clase de escritura, Jess apareció las primeras horas, pero luego no supe más de ella, amo estas clases, puedo hacer lo que más me gusta en la vida. Escribir. La profesora Elena es muy amable y siempre intenta sacarnos una sonrisa a todos. Hoy nos tocó escribir una noticia, escribí acerca del cambio climático y otras acerca de mi país natal. En cuanto llego la hora del almuerzo, tomé mi bandeja haciendo la correspondiente fila y luego me senté en la mesa de los chicos.

—Buenos días, Meg —me dice Logan saludándome.

¿Por qué tan amable?

—Buenos días, Logan —digo sentándome, tomo mi malteada y los miro a todos —¿Algún plan para hoy?

—Podemos jugar Play —comenta Zedd dándole un mordisco a su manzana.

—O podemos mentir acerca de una fiesta —digo mirando hacia Mike, él levanta su rostro tosiendo y gira sus ojos. Logan por su parte se ríe de la escena.

Nadie dice nada, todos mantienen su mirada entre Mike y yo.

—¿Quién es Ally? —le pregunto a Mike directamente —¿Quién es? —vuelvo a preguntar enojada, pero esta vez miro a Jess, esperando que al menos ella si me responda

—Era nuestra amiga —confiesa Logan recostándose a su silla —No creo que sea importante.

—¿Qué ocurrió con ella? —le pregunto, al parecer Logan es el único que puede hablar.

—No lo sabemos —se encoge de hombros —Y si eres lista Meg, no preguntarás más, de lo contrario puedes terminar como ella.

¿Como ella? Trago en seco.

Me levanto de la silla y apoyo mis manos sobre la mesa mirándolos a todos —Voy a averiguar quién es Ally.

Dejo mi comida y camino apresurada hacia la salida, cuando ya no estoy en su vista corro hacia mi departamento, no quiero tener más clases hoy. Continúo mi camino hasta mi casa, necesito meterme en mis sabanas y quedarme allí. Cuando entro al apartamento busco mis pastillas rápidamente y me las tomo con un vaso de agua, agradezco intensamente de que Liam esté en clase, no tendría palabras para explicarle todo esto, hace mucho tiempo que no tengo un ataque de ansiedad, pero últimamente mi vida se ha vuelto muy extraña. Respiro forzadamente unos minutos y luego me acuesto en mi cama, por suerte no demoro en quedarme dormida.

Siento un cuerpo pesado a mi lado, abro los ojos adaptándome a la luz, las ventanas están abiertas y puedo ver la oscuridad de la noche, mi hermano me mira detenidamente y me acomoda el cabello con delicadeza.

—Hola —susurra —¿Cómo estás? —pregunta quitándome un poco la sábana.

—Bien —le respondo sentándome —¿Ocurre algo?

—No, solo quería saber cómo estabas...

—Estoy bien —seco mi sudor de la frente con mis manos. Se me ha olvidado encender el aire acondicionado.