We Collapse [completa]

Capítulo 44

¿Alguna vez han oído de la causa y efecto? Bueno, aquí hay un buen ejemplo. Le mentí a mi hermano para poder ir a una casa campo, ese es la causa y el efecto es que ahora tengo a un Liam regañándome detrás de mí.

—¿Por qué eres tan irresponsable, Meglie? —grita persiguiéndome hasta la puerta de mi habitación —¡Me mentiste para irte con ellos!

—¿Me hubieras dejado ir? —Le pregunto girándome sobre mis talones para verlo.

—Por supuesto que no —exclama.

—Entonces ya sabes por qué te mentí —cruzo los brazos.

—Te pudo pasar algo...

—Pero no fue así, estoy bien.

—No puedes estar saliendo a donde tú quieras, te recuerdo que mientras estés acá yo soy el que manda —dice con una voz fuerte y autoritaria.

—Solo fue un viaje.

—No se trata del viaje, se trata de ser desobediente, de creer que puedes hacer lo que quieras.

—Tengo diecinueve años, puedo hacer lo que quiera.

—¡No puedes!

—¡Si puedo! —exclamo con el mismo tono de voz que él.

—No vas a volver a salir —comenta dándome la espalda.

—¿Qué? —grito. Liam no dice nada, solo sale de la habitación, lo persigo hacia la sala y lo enfrento.

—Puedo salir a donde quiera.

—No me jodas, Meglie —se queja quitando mi mano de su brazo —Ya dije que no vas a volver a salir y mucho menos con ellos.

—Tú no me mandas —susurro.

—Entonces llamemos a nuestro padre y preguntémosle que hacemos contigo —me amenaza sacando su celular del bolsillo —Estoy seguro de que él te colocara un peor castigo.

—¿Por qué haces esto? —le digo evitando que me salgan las lágrimas —yo solo quería pasar el fin de semana con mis amigos.

—Te estoy cuidando de ellos.

—No... —niego con la cabeza —solo quieres alejarme de ellos porque te cae mal Mike.

—No me interesa, Mike —vuelve a exclamar alzando sus brazos —Me interesas tú y nada bueno saldrá si estas con él.

—Él no me hará daño —digo bajando el tono de mi voz.

—¿Eso como lo sabes? —pregunta serio.

—Porque estoy saliendo con él —admito. Él rostro de mi hermano cambia repentinamente, estoy segura de que lo próximo que dirá será muy fuerte.

—¡¿Acaso te volviste loca?! —grita —Eres tan ingenua.

—Y tú eres un imbécil —le digo acercándome y limpiando una de mis lágrimas que se escapó —Solo piensas en ti.