We Collapse [completa]

Capítulo 86

Cuando abrí los ojos tuve miedo, varias personas están a mi alrededor, pero yo aún no puedo creer todo lo que estoy viviendo, me acomodo en la cama con cuidado y miro a cada uno de los que está en la habitación, ellos están atentos a cada movimiento y por un momento pienso que estoy soñando. Ninguno habla y yo tengo tanto miedo de hacerlo que simplemente me quedo callada, miro mis brazos lastimados, los dos están conectados por varios aparatos y tengo uno en la nariz que me ayuda a respirar. Todos siguen sin poder decir algo, casi como si estuvieran en estado de shock, sin embargo,  en ese instante Mike rompe la distancia y se lanza sobre mí, después de él, todos empiezan a acercarse y yo lo único que hago es llorar. Lloro durante todo el tiempo que los estuve abrazando, lloré por sus palabras y volví a llorar cuando se separaron.

—Estas viva —me dice Zedd con cuidado de lastimarme, río entre mis lágrimas y lo miro, está muy cambiado, su cabello está más largo y tiene barba.

—¿Cómo te sientes? —pregunta Ethan.

—El doctor dice que luchaste mucho, eres la mujer más fuerte que conozco —dice Mike.

—¿Quieres agua? —me ofrece Holly acercándose a la mesa, asiento hacia ella.

—Meg... —mi hermano toma mi mano, y le da un beso —No me vuelvas a hacer esto hermanita.

Holly me da el vaso de agua, y le coloca una mano en el hombro a Liam que ahora está sollozando contra mi muñeca. Bebo un poco de agua y luego dejo vaso a un lado.

—¿Tienes algún dolor? —niego con la cabeza hacia Holly.

Aun no soy capaz de hablar, me es imposible con tantos sentimientos, vuelvo a llorar contra mi hermano y agarro su mano fuertemente.

—Tengo miedo —le digo con voz rasposa y demasiado baja.

—No tengas miedo —me abraza —No dejaré que nadie te haga daño. Ya estaremos bien, todo estará bien.

Hace unas horas, hice una entrevista con una mujer, yo misma me ofrecí a hacerla, fue lo primero que quise hacer.

—Estoy cansada.

—No, no, no, no —Liam niega con su cabeza —No volverás a dormir nunca más.

—Quiero estar en casa.

—Estarás en casa, pronto. ¿Quieres quedarte en Canadá?

No le respondo, después de todo lo sucedido, no estoy segura de quedarme aquí.

—Ya tendrás tiempo de pensarlo —me dice Holly —¿Cómo te sientes?

—Me duele mucho los brazos, mis piernas, mi cabeza.

—¿Quieres que llamemos al doctor? —me pregunta mi hermano levantándose de la silla a mi lado, lo detengo rápidamente y le indico que se vuelva a sentar.