We Collapse [completa]

Capítulo 49

Me levanté a media noche por un ruido detrás de la puerta, cubro mi cuerpo con toda mi sabana e intento no pensar en el cuarto donde estoy durmiendo. Tapo todo mi rostro y mis orejas para no escuchar nada, sin embargo, el ruido no para.

—Meg...

Tiemblo entre mis sabanas sin hacer ruido y miro a mi al rededor rezando que algo no aparezca de repente; intento alejar de mis pensamientos que es el cuarto de una persona muerta... El sonido vuelve a aparecer ¿Ally? ¿Eres tú?

—Soy yo —vuelvo a escuchar la voz y aprieto mis ojos —Mike.

¿Mike?

Me levanto de prisa de la cama y corro hasta llegar a la puerta, de lo rápido que lo hago ni siquiera sentí mis pies tocar el suelo. Abro la puerta y me lanzo contra él.

—Me has dado un buen susto —susurro —¿Qué hora es?

—Son las tres de la mañana.

—¿Qué haces acá, Mike? —cuestiono mirando a mi alrededor, todas las luces están apagadas y solo es visible el foco azul de la televisión.

—No he podido dormir —confiesa suspirando —Necesito hablar contigo.

—Son las 3:00 am, podemos hacerlo mañana —le digo intentando cerrar la puerta, él coloca un pie antes de que se cierre y entra a la habitación empujando la puerta a un lado.

—No me iré hasta que me escuches.

—No te escucharé hasta que sea de día —digo seria —Déjame dormir.

—Está bien —dice asintiendo con su cabeza —¿No te he contado que a veces escuchamos ruidos en este cuarto?

Empieza a caminar hacia la puerta, pero lo sujeto por el brazo y lo obligo a entrar.

—Puedes quedarte a dormir —le digo señalando el lado derecho de la cama —Pero colocaré una almohada en el medio.

A pesar de la oscuridad puedo notar la sonrisa de Mike entre las sombras, me acerco hacia la cama y me acuesto en ella, dejando un espacio para la almohada entre el cuerpo de él y el mío. No quiero que piensen que soy miedosa, sí lo soy, pero no quiero que lo piensen. 

—Meg... —comienza a hablar.

—Buenas noches, Mike.

Vuelvo a cerrar los ojos haciendo caso omiso de su cuerpo, trato de calmar mis pensamientos y dejar de preocuparme. Necesito hablar con Liam. Me quedo quieta al sentir sus manos abrazándome por la espalda, coloca su rostro en mi cuello y susurra.

—Jamás te haría daño, amor.

—Mike...

—Meg...

—¿Qué estás haciendo? —le digo quitando su mano de mi cintura —Intento dormir.

—Quiero que me escuches —vuelve a susurrar en mi oído pasando su brazo por mi cintura de nuevo —Me quedaré así hasta que digas que me escucharas.