Capítulo 58

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Fin de año

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Fin de año

Repaso mentalmente todo lo que necesito para hoy, creo que no se me olvida nada. Estuve toda la semana con la señora Izzy preparando los últimos detalles para la noche. La cena ya está lista y las decoraciones que hicimos en su casa quedaron increíble, Ethan me llevó a todos los lugares para terminar de comprar todos los preparativos, pasamos toda la tarde juntos y luego de hacer todas las compras siempre me regalaba un helado o terminábamos comiendo pizza. Hemos estado hablando de millones de cosas, supe que le gusta jugar futbol y que le encantan resolver las sopas de letras de los periódicos, también me contó que tiene una adicción hacia la comida picante y que por lo general odia el chocolate así que cada vez que compraba mi helado hacia una mueca.

—Luces bien —comenta mi hermano entrando a la habitación, está haciendo un esfuerzo por abotonarse la camisa, suspira derrotado y me mira —¿Me ayudas?

—Por supuesto —me acerco a él y con cuidado abotono las mangas y acomodo la camisa que está perfectamente planchada —Tu luces como un muñeco de boda.

Su risa inunda la habitación contagiándomela.

—¿Ya podemos irnos? —me pregunta aguantándose un insulto hacia mí —Ese es el vestido que te regalo Ethan ¿Cierto?

—Sí —le contesto separándome de él y acercándome al espejo, retoco mi maquillaje con polvo translúcido y vuelvo a verificar mi atuendo —Ya estoy lista.

El vestido morado que Ethan compró es hermoso, la primera vez que lo vi quede encantada y la única razón para no comprarlo había sido el precio, pero al parecer a él no le importó gastar, debería darle las gracias de nuevo, me siento en el borde de la cama y levanto uno de mis pies para ajustar mis tacones y verificar que estén bien amarrados, luego me levanto y plancho un poco el vestido con mi mano. Mi hermano cruza hacia el espejo, se mira y acomoda su cabello hacia atrás. Me río un poco y salgo de la habitación con él detrás, bajo las escaleras sosteniéndome del pasamanos, siento que en cualquier momento estos tacones me harán caer. Al llegar a la primera planta miro de arriba abajo a mi padre.

—Nunca te había visto tan elegante —comento acercándome a él para componerle la corbata —Te ves muy bien.

—Gracias, no quería darles una mala impresión a nuestros vecinos —dice ladeando la cabeza. —¿Crees que voy muy elegante?

—Estás bien.

—¿Por qué a él no le dices que parece un muñeco de boda? —se queja mi hermano acercándose a la puerta.

—Es mi padre, y a comparación de ti, él no usa ese horrendo moño —le digo señalando su cuello.

Salimos los tres dejando que la brisa del invierno nos pegue en el rostro, recojo mi cabello hacia un lado para que no se despeine y cruzo hacia la casa de al lado. He pasado casi todas mis vacaciones allí dentro así que al llegar a la puerta ni siquiera toco el timbre. Izzy nos saluda desde el comedor y nos indica con su mano que nos acerquemos, tiene una cámara de video en sus manos y cuando me acerco me apunta con ella demasiado cerca.

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