Capítulo 7

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Al llegar a Vancouver lo primero que pensé fue en que simplemente no pude encontrar un lugar más húmedo, ha estado lloviendo desde que llegue al aeropuerto y a pesar de que tengo un abrigo puesto, aún sigo sintiendo mis dedos encogiéndose, el vuel...

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Al llegar a Vancouver lo primero que pensé fue en que simplemente no pude encontrar un lugar más húmedo, ha estado lloviendo desde que llegue al aeropuerto y a pesar de que tengo un abrigo puesto, aún sigo sintiendo mis dedos encogiéndose, el vuelo fue... Horrible, Liam durmió todo el viaje y yo estuve incómoda sin poder cerrar los ojos, ya que a mi lado se situó una mujer que en ningún momento paro de roncar, mi humor no puede estar peor y esto también se resume a mi maleta que aún no sale por la cinta transportadora.

—Te ves muy linda hoy —comenta mi hermano mirando mi cara que debe estar roja por el frío y con ojeras.

Lo miro enojada, él si se ve bien, está descansado y muy tranquilo, giro los ojos y me siento en la maleta de mi hermano siguiendo con la espera.

—¿Cuánto puede tardar? —bufo.

—No te preocupes, ya saldrá.

Pero no fue así, pasó tres horas y mi maleta nunca salió; tuve que hacer una fila de quince minutos para que al final la mujer me dijera <<Tuvimos unos problemas, tendrás tu maleta en unos días>> o eso alcance a escuchar antes de alejarme.

—Mira el lado bueno —dice Liam.

No hay nada bueno en esta situación, mañana es mi primer día y no puedo faltar. Indignada me subo al auto y trato de mantener el control en todo el trayecto hacia los edificios del campus; Liam compartía habitación con su mejor amigo Sandiel, pero ahora mismo él está en otro edificio por lo que no lo veré hasta dentro de algunos meses.

No demoramos mucho en llegar, el edificio de mi hermano es alto, con paredes de ladrillos, ventanas anchas y césped alrededor. Bajamos del auto al mismo tiempo, el ascensor es bastante viejo, pero lo sufrientemente grande. Al llegar al piso, Liam me dirigió hacia la puerta del medio.

—Bienvenida —me dice abriendo la puerta del apartamento. Es pequeño y no tiene mucha decoración, pero aun así se siente muy abrigador y aquí es donde pasaré mis últimos años

—Quiero comer algo —Le digo pisando fuerte y caminado hacia lo que parece ser la cocina, abro la nevera esperanzada, pero no hay nada. Nada.

Maldito día.

—Iré a dormir —le digo.

—Puedes dormir en mi habitación mientras consigo una cama para ti.

Lo miro mal —Así que me ibas a colocar a dormir en el sillón...

—Exacto, pero al ver tu día prefiero que descanses en mi habitación.

—¿Cuántos cuartos hay? —le pregunto mirando las puertas.

—Tres, pero uno es de Sandiel y el otro no tiene cama. —gruño y me apoyo en la pared —Duerme en mi habitación, es la primera puerta a la derecha.

Camino hacia la habitación y la abro, esta tal y como me la imagine, desordena y con olor a pies sucios, me tiro en la cama sin quejarme y cierro los ojos inmediatamente, ni siquiera tengo un pijama.

We Collapse  [completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora