✘Capitulo 19✘

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Dana

-Sabía que estaba cerca pero no me imaginé que acabaría en la universidad. Debí haberlo adivinado cuando dijisteis que Kail había vuelto. - suspira Daeve.

Estamos todos en casa de Amelie hablando sobre la vuelta de James, y lo peligrosamente cerca que está.

-No podemos ignorar el hecho de que ahora corremos más peligro que sólo con Kail por aquí... - dice Seth. - Sin ofender Daeve, la última vez que vimos a James...

-Lo sé. - lo interrumpe el hombre. Prefiere que no le recordemos las cosas atroces que ha hecho su hijo desde que juró lealtad.

-Lo único que podemos hacer es andar con más cuidado. - hablo yo. - No podemos hacer nada para que se aleje.

-Kail aquí era ya muy peligroso, pero al menos el anticristo se controla de no armar mucho escándalo innecesariamente, pero joder, no podemos olvidar que James es el mismo que hizo una masacre de humanos en la universidad sólo para llegar hasta Alis, teniendo en cuenta que ella estaba de su lado y hubiera ido con él sin necesidad de eso, creo que está todo bastante claro. - Seth se va alterando a medida que habla. - Tampoco olvidemos que fue él quién mató a...

-¡Basta! - alzo la voz cortando lo que iba a decir el ángel.

-Vale, lo siento. Pero joder, ¿no veis que esto es demasiado grande para nosotros?

-Adirael está muerto... De eso estoy cien por cien segura. - interviene Lía ignorando el comentario del ángel. - Él controlaba a James, ¿al morir no debería haber devuelto el control al humano?

-En teoría sí, pero no pasó con James. Dejó toda su cabeza tras tocada. - niega Daeve con tristeza.

-¿No podemos devolverle el control de su cabeza? No creo que sea tan difícil con Adirael muerto. Y Daeve, tú eres un ángel caído, ¿sabes cómo hacerlo? - digo entendiendo por dónde quiere Lia llevar la conversación.

-Es lo que he estado intentando averiguar desde que pasó todo, pero no he conseguido nada... Sea lo que sea que Adirael hizo en la cabeza de mi hijo no es fácil de arreglar. Los ángeles caídos nos metemos en la cabeza de los humanos y las manejamos a nuestro antojo, pero no ha sido necesario nunca que un caído se meta en la misma cabeza que otro.

-Pero no es imposible, ¿no? - me levanto del sillón donde estaba sentada.

-No, imposible no es.

-Vale, chicos, nos estamos olvidado de que aunque acabemos con el control mental de James, sigue estando atado a Lucifer por el juramento de lealtad y eso, no lo podemos romper. - de nuevo Seth se carga nuestras esperanzas.

Todos nos quedamos en silencio. Daeve no ha querido nunca hablar de eso. Pero cuando Reese se unió a un demonio mediante el juramento de lealtad y se convirtió en una impura, ya vimos cómo funciona eso. La única manera de romper el juramento es con la muerte de alguna de las dos partes. Y siempre acaba igual, el demonio sufre pero vive y el impuro muere.

-Primero el control mental, luego lo demás chico... - zanja el tema Amelie que intenta evitar el dolor a Daeve.

El teléfono suena interrumpiendo la conversación. Miro la pantalla y descubro que es Layla. Cuando contesto al otro lado se oyen muchas voces pero no logro entender nada de lo que dicen.

-¿Layla estás bien? - pregunto preocupada.

Todos se me quedan mirando cuando nombro a la chica humana.

-¡Dana! ¿¿ Me escuchas?? - alza la voz.

-Si te escucho, ¿qué es todo eso, qué pasa?

-Son James y Kail, están discutiendo en medio del campus, la gente ha empezado a agruparse y... No sé qué hacer. Kail tiene los ojos negros por completo y... Tiene pinta de que van a pelearse de manera sobrenatural Dana.

-Vamos para allá, en dos minutos estamos ahí. - digo levantándome y cogiendo las llaves del coche. - Layla, aléjate de ellos, ¿me oyes? Aléjate.

-¿Pero y la gente? Están en medio...

-No puedes hacer nada por ellos, aléjate de esos dos hasta que lleguemos.

Cuelgo antes de oir su respuesta y salgo disparada hasta la puerta. Seth y Lia no entienden muy bien de qué va pero me siguen a toda velocidad.

Por el camino les explico que esos dos titanes sobrenaturales han tenido la fantástica idea de pelearse en un campus lleno de gente. Tantos humanos podrían salir heridos... Layla entre ellos.

Ese solo pensamiento me hace pisar el acelerador más fuerte. Llego a la universidad más rápido de lo previsto y no me cuesta mucho encontrar el revuelo que han formado esos dos. Casi todo el mundo está ahí reunido.

Salimos a toda velocidad hasta la gente, gracias a que están concentrados en la discusión no se dan cuenta que no nos hemos movido como personas normales..

-¡Chicos! - grita Layla.

-¿Estás bien? - pregunto y ella asiente. - Busca la manera de desalojar este sitio, como sea.

-Veré qué puedo hacer.

Dejamos a la chica irse hacia otra dirección y nos abrimos paso entre la gente hasta quedar frente a ellos. Miro a Kail y es cierto... Tiene los ojos completamente negros. Mierda.

-Venga, no seas crío. - se queja James.

-Te voy a arrancar las extremidades y a metertelas por tu sucio culo de impuro. - sisea Kail.

-Se supone que estoy aquí para ayudarte idiota, no puedo ayudarte si no me dejas meterme en esto.

-¡No pedí tu ayuda!

-Ni falta que hizo, tu padre es el que me la pidió, no confía en que triunfes esta vez.

Noto la energía en el chico demonio apunto de estallar. Sin pensarlo mucho dejo salir mi poder, lo envuelvo en Kail y presiono empujando lo varios metros lejos de James, lo que hace que el chico pierda el interés en el impuro y me busque con la mirada.

No le cuesta mucho ya que un segundo antes de ser lanzado hacia atrás una alarma de incendios suena por todo el campus y los estudiantes se precipitan a reagruparse al otro lado del edificio como se exige en tal caso. Dejándonos prácticamente solos.

Bien Layla, esta ha sido buena.

Kail fija sus ojos en los míos y gruñe enfurecido.

-Kail... - niego sabiendo lo que viene.

El chico se abalanza sobre mí a velocidad sobrenatural y yo tengo el tiempo justo para apartarme de la misma manera. Lo hago algo tarde y consigue chocar contra uno de mis costados dejándome así un fuerte dolor.

Perdición (Inferno III)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora